Esquerra Republicana de Cataluña Norte pide el voto en blanco en las elecciones francesas
La rama francesa de los republicanos catalanes no votará por Macron y difiere de la ejecutiva nacional. El PDeCAT le considera “claramente preferible” a Le Pen
La sectorial de ERC Cataluña Norte ha publicado un comunicado en el que llama a sus seguidores a votar en blanco en la segunda vuelta de las presidenciales francesas: “Ni Emmanuel Macron queriendo a toda costa quedarse en la Unión Europea tal como es, ni Marine Le Pen que quiere irse sin saber cómo, tendrán nuestros votos. Porque el lema Paremos a la derecha francesa no es ni votar Le Pen ni votar Macron; por coherencia solo nos queda votar en blanco”. Sus socios en la Generalitat, el PDeCAT, piensan de forma opuesta. “Macron es claramente preferible para Cataluña”, según Ramon Tremosa y Aleix Sarri, eurodiputado y asistente del partido en el Parlamento Europeo: “Más allá de cuestiones ideológicas, Francia es el tercer socio comercial de Cataluña tras España y Alemania; es fundamental que esté liderada por un político liberal, europeísta y abierto al mundo como Macron”.
“El voto en blanco no es ninguna abstención, es el rechazo explícito de los dos candidatos de las finanzas y la exclusión”, apunta la nota de ERC en Francia. Esta, que concentra su presencia en la región de Occitania con dos regidores, no pidió el voto por ningún candidato en concreto en la primera vuelta de las presidenciales pero sugirió que se optara por candidaturas de izquierdas en lo económico y social, y por aquella lista que fuera más proclive a establecer “un estatuto político particular para la Cataluña Norte”. Sergi Sabrià, portavoz de ERC, aseguró la semana pasada "que en el escenario actual Macron es el mal menor". Sabrià añadió que "el gran peligro es la abstención, que la abstención alimente la extrema derecha".
La posición de la rama francesa de ERC coincide con la neutralidad de Podemos y también con la posición de la CUP. Carles Riera, diputado del partido antisistema, coloca a Le Pen y a Macron al mismo nivel en efecto negativo para Europea y para Cataluña: “Ambos casos representan la Francia centralista y contraria a los derechos colectivos de los pueblos, sea en su seno como en el resto de Europa. Solo Mélenchon [derrotado en la primera vuelta], en la linea de otros movimientos de izquierda alternativa europeos, como, por ejemplo, en los casos de Dinamarca y Alemania, ha reconocido los derechos de Cataluña a la autodeterminación”.
“Cuanto más al centro, mejor”
Presida Francia Macron o Marine Le Pen, Sarri y Tremosa descartan que el vecino del norte cambie su oposición hacia el proceso de independencia de Cataluña pero añaden que “el nacionalismo jacobino de Le Pen podría llegar a perjudicar las relaciones franco-catalanas”. Martí Anglada, representante de la Generalitat en París, asegura que “en Francia, tradicionalmente, se cumple una máxima: cuanto más al centro esté su gobierno, mejor para los intereses de Cataluña”. Joaquim Llimona es exsecretario de Exteriores de la Generalitat, presidente de la fundación de la patronal Pimec y de la Asociación de Amistad Francia-Cataluña. Conocedor de las relaciones entre los dos vecinos, Llimona coincide con el apunte de Anglada: “Macron es el candidato que interesa. Cataluña, como cualquier país europeo, necesita una Francia gobernada desde una posición política centrada, con un proyecto económico estructurado, comprometido con los valores del proyecto europeo y con los valores republicanos franceses”.
Dídac Gutiérrez-Peris, director de estudios europeos de la consultora política ViaVoice de París, apunta a la relevancia de las cuestiones económicas para votar por Macron y frenar a Le Pen: “Parece evidente que para los exportadores catalanes, y para todo el tejido productivo catalán que exporta a Europa, un posible endurecimiento de las fronteras como propone Le Pen podría suponer el riesgo de tener que pagar impuestos para cruzar la Jonquera, a parte del restablecimiento de colas, controles administrativos y disminución de las oportunidades de negocio con los vecinos franceses y europeos. A nivel económico, la visión de Le Pen representa el riesgo de volver a un tiempo en el que los Pirineos eran aquel eje montañoso que hacía de Cataluña y de España una isla europea”.
Afinidad con el equipo de Macron
Sarri y Tremosa destacan que han mantenido una “buena relación” durante ocho años, en el Comité de Economía del Parlamento Europeo, con la eurodiputada del grupo Liberal Sylvie Goulard, miembro del equipo de Macron para la política comunitaria. El PDeCAT está convencido de que habría sintonía con una presidencia de Macron, aunque podría competir con Ciudadanos, partido que también asegura tener una conexión especial con el presidenciable del movimiento En Marcha. Los representantes europeos del PDeCAT sí coinciden con la CUP y con sus socios de Junts Pel Sí en que el centralismo francés es una causa del auge de la extrema derecha y de la crisis en las regiones fronterizas. “Consideramos el hipercentralismo de París incompatible con la globalización, empobreciendo muchas regiones de Francia como la Cataluña Norte que no tienen capacidad para retener y atraer talento así como tener una estrategia económica propia. La mayor reforma que debería hacer Macron, si es elegido, es dar poder real a las regiones”, explican Sarri y Tremosa.
Ninguno de los partidos independentistas tiene confianza en un cambio en la oposición francesa al referéndum unilateral de independencia. Llimona duda que la consulta “figure en la agenda política de los dos candidatos. Nos guste o no, Francia considera el tema catalán como un asunto interno”.
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