Las Tres Chimeneas tienen la piel enferma y repararla cuesta 9 millones
Un estudio encargado por el Consorcio del Besòs detalla nueve reparaciones que requiere la construcción más alta de Cataluña
Las Tres Chimeneas de Endesa, en Sant Adrià de Besòs, tienen la piel enferma. La superficie exterior del hormigón ha sufrido carbonatación, provocada por la filtración de agua, y ésta, la corrosión de las armaduras metálicas, que al hincharse han causado fisuras y desconchados. Vista su edad (son de 1970), el uso pasado (central eléctrica) y su ubicación (en primera línea de mar), no es extraño. Además, la estructura está bien. Pero reparar los daños y ralentizar su envejecimiento costaría nueve millones, según un estudio encargado por el Consorcio del Besòs.
El informe lo solicitó el Ayuntamiento de Sant Adrià cuando Endesa anunció el año pasado que le cedía el coloso, catalogado como BCIL (Bien Cultural de Interés Local), que impide la demolición. El de la eléctrica es un regalo envenenado, porque quien se lo quede tendrá que mantenerlo. La estructura es un potente icono y la ciudadanía quiere mantenerlas en pie; pero son tan enormes que cualquier intervención que se haga en ellas (aunque solo fuera mantenerlas) costará un dineral. De ahí que el alcalde encargara al Consorcio del Besòs hacer el estudio para saber cuál es el estado de las tres torres de 200 metros, la construcción más alta de Cataluña. Sant Adrià, con el apoyo del resto de ayuntamientos del Consorcio (Barcelona, Badalona, Montcada i Reixac y Santa Coloma), exigirá a Endesa que pague las obras antes de aceptar la cesión.
El estudio, que firma la empresa especializada Cotca, se ha realizado mediante inspecciones visuales a las Tres Chimeneas autorizadas por Endesa. La eléctrica, que cerró la central en 2008 y desmanteló todas las estructuras metálicas salvo el hormigón, no permitió acceder a todas las partes del edificio ni hacer catas. Para tomar imágenes de las partes más altas e inaccesibles la consultora optó por utilizar un dron. Un aparato que durante una inspección en el interior de una chimenea fue absorbido por la corriente de aire, chocó contra las paredes y acabó destrozado. El informe explica que cuanta más altura, peor está la piel de unas torres que miden cien metros y se apoyan en la caja donde estaban las calderas, que mide otros cien (exactamente 93,5). Al hablar de la estructura, el informe asegura que están derechas (verticales) como el primer día.
El estudio describe minuciosamente como la entrada de agua en el hormigón ha oxidado las partes metálicas, que crecen en tamaño, y ha provocado las citadas fisuras y / o desconchados. Dadas las limitaciones técnicas, las conclusiones recomiendan ampliar el informe y también hacer un estudio geotécnico, hasta 40 metros de profundidad para analizar bien los cimientos. En cualquier caso, solo con la información de la que dispone el estudio, apunta a la necesidad de hacer un proyecto de reparación integral, que comprendería nueve actuaciones.
Nueve reparaciones
Una, reparar el hormigón repicándolo, limpiando y aplicando un revestimiento, como cuando en una casa se aplica masilla en una grieta. Dos, inyectar las fisuras y grietas, limpiándolas y sellándolas con resinas. Tres, aplicar inhibidores de corrosión para frenar la oxidación del acero. Cuatro y cinco, revestir y regularizar las superficies afectadas y pintarlas con tres capas de pintura. Seis, sustituir la fachada de placas de fibrocemento de la sala de turbinas. Siete, impermeabilizar las cubiertas, tanto de las tres torres como de la sala de turbinas. Y ocho y nueve: instalar andamios para hacer los trabajos y un plan de mantenimiento.
Por todo ello, la “valoración económica aproximada” para la reparación asciende a 8,4 millones más 563.000 euros de redacción de proyecto y dirección de obra. Total, nueve millones, afirma el informe. Que añade una advertencia final: “La correcta reparación de la totalidad de los daños y el correcto mantenimiento posterior tendrán una importancia muy relevante que condicionará la vida útil, que se podrá ir alargando en función de la correcta aplicación de las recomendaciones incluidas en el informe”.
El último gran solar en primera línea de mar
El ámbito de las Tres Chimeneas de Endesa es el último caramelo urbanístico del litoral catalán. Casi 30 hectáreas en primera línea de mar por las que se han interesado promotores de todo el mudo. Desde China hasta Rusia, pasando por Malasia o el mismísimo padre del cantante Michael Jackson. Su precio, con todo, estará marcado por el planeamiento que la administración acabe fijando. No es lo mismo que unos terrenos tengan uso industrial que residencial u hotelero. En este caso, el terreno es tan brutal en extensión que será la Generalitat quien tramite un PDU, un Plan Director Urbanístico, con el visto bueno de los ayuntamientos de Sant Adrià y Badalona y con la participación del Consorcio del Besòs, donde está Barcelona. El futuro plan prevé una mezcla de usos, pero priorizando la actividad económica. Una idea que liga con la de Barcelona de recuperar la actividad industrial en la orilla del río Besòs. Aunque la pastilla de la antigua térmica es tan grande que permite dar cabida a una mixtura de usos.
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