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Una lucha por la renta básica que no cesa

El activista Paco Vega reivindica con una huelga de hambre unos ingresos mínimos para maltratadas y familias con niños

Paco Vega, abrazado a su hermana Charo, tras la reunión con el viceconsejero.
Paco Vega, abrazado a su hermana Charo, tras la reunión con el viceconsejero.E. C.

El activista Paco Vega está en huelga de hambre desde el pasado 8 de marzo para reivindicar la renta mínima, una medida recogida en el Estatuto de Autonomía de Andalucía para garantizar unos ingresos mínimos que aseguren una vida digna a todas las personas. Cada mañana, entre las 10.00 y las 13.00, se sienta frente a la puerta de la delegación de la Junta en Málaga para escenificar su batalla, bajo una pequeña bandera andaluza en la que se lee No a la feminización de la pobreza. Este jueves ha acudido fiel a su cita, pero con más esperanza que otros días porque tenía una reunión con el viceconsejero de Igualdad y Políticas Sociales, Manuel Martínez. El encuentro no le ha hecho abandonar el ayuno, pero aparentemente ha habido tímidos avances.

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Es la segunda vez que Vega, de 64 años, se pone en huelga de hambre para reclamar la renta básica. Los defensores de esta propuesta destacan que 1.138.800 andaluces sufren desempleo, en muchos casos de larga duración, y se enfrentan a situaciones de pobreza sin ingresos ni prestaciones públicas. El primer intento del activista fue en noviembre pasado, en pleno debate sobre los presupuestos de la Junta para 2017, con el objetivo de que se pudiera destinar una partida para este concepto. No fue así y Vega dejó el ayuno después de tres semanas, tras sufrir un desvanecimiento y tener que tratarse por un principio de neumonía.

Ahora ha vuelto a la carga y acaba de cumplir 23 días tomando solo agua y una bebida con carbohidratos. Ha perdido algo más de ocho kilos. La reunión con el viceconsejero ha transcurrido en “buena sintonía” y el cargo público le ha asegurado que se pondrá en marcha una comisión de trabajo “lo antes posible” para intentar progresar en este asunto. ¿Cuándo? No hay fecha, pero ya es un avance, por mínimo que parezca. El propio Vega estará presente en esas posibles futuras sesiones para intentar implantar la renta básica, según ha informado. Pero no abandonará la huelga de hambre hasta que la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, se comprometa públicamente a garantizar unos ingresos mínimos para mujeres víctimas de malos tratos y familias sin recursos económicos y con hijos a su cargo.

Vega, pensionista, ha sido trabajador social durante 30 años en el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Málaga. “Sé lo que es la pobreza, lo que es tener delante a una mujer llorando mientras te dice que tiene que aguantar al maltratador porque no tiene nada”, ha aseverado. Por eso no dejará de luchar ni de reivindicar una medida que considera justa, y necesaria, para erradicar la marginación y las situaciones de extrema desigualdad en Andalucía.

“Estamos en la recta final, estoy bien (…) Si ahora freno, todo el esfuerzo que he hecho no servirá de nada”, ha dicho el activista a los familiares y compañeros que le han acompañado este jueves. Después, ha cogido su silla y se ha sentado frente a la puerta de la delegación de la Junta, junto a una cuartilla sujetada por las vallas de las obras del Metro de Málaga en la que está escrito parte del artículo 23.2 del Estatuto de Autonomía de Andalucía: “Todos tienen derecho a una renta básica que garantice unas condiciones de vida digna”.

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