Un DJ muy castizo

Cristian Varela es uno de los DJ más genuinamente madrileños. Nacido en el castizo barrio de Chamberí en 1975, su carrera siempre ha estado ligada a Madrid. Por Malasaña, en la calle de Velarde, montó durante los noventa su cuartel general: Phrenetic. Tienda de discos, distribuidora, agencia de pinchadiscos y lugar de reunión para la mayoría de los amantes de la electrónica de aquella época. Las fiestas que organizó en Universal o en la Cubierta de Leganés aún son recordadas. Varela anteriormente pasó por discotecas emblemáticas de la capital, como Saratoga, Van Vas, Attica o New World... Este sábado, en la sala Maxime, celebra, por todo lo alto, el 25 aniversario de su estreno.

Pero el fin de semana viene repleto de eventos. Dentro de la Noche del jaguar, la nueva propuesta para los jueves de Joy Eslava, se puede disfrutar de los franceses de Acid Arab, unos de los mejores representantes de la mezcla entre electrónica y ritmos árabes. Al día siguiente es el techno el que manda. Nox recibe a Ten Walls, quien se hizo popular hace un par de años por unas desafortunadas declaraciones sobre el colectivo LGTBI. El lituano parece completamente arrepentido y vuelve a la pista de baile. Esa misma noche, Stardust tiene en su cabina a Ancient Methods, principal figura del techno alemán más virulento.

Al otro lado de la ciudad, en la sala Caracol, también apuestan por la electrónica más popular, aunque de una forma más pausada. Los organizadores, Post Club y Giradiscos, cuentan como invitados con Don’t DJ y Toulouse Low Trax. El sábado regresa Holydubs, en Siroco, junto al reconocido productor holandés Conforce: amante del dub techno, el electro y el jacking house.

Y, para terminar, una de las fiestas que dan inicio a la primavera: After Brunch de Torrione y Luchino en el Florida Park de El Retiro, un festival plagado de sorpresas, donde destaca el dúo de deep house Audiofly.