El teatro que vino de las ruinas

De un teatro romano de 50 metros de embocadura, al aire libre, se pasa al convencional a la italiana, en interior y con un escenario de 10 metros. La majestuosidad y espectacularidad de un marco como el de Mérida se pierde, pero se gana en intimidad y cercanía. El teatro Bellas Artes de Madrid acoge durante un mes cuatro obras estrenadas en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, tres de ellas coproducciones con compañías extremeñas. En esta segunda edición de la extensión de parte de la programación del festival a Madrid se podrán ver Los Pelópidas (del 29 de marzo al 2 de abril); Marco Aurelio (del 5 al 9 de abril); El cerco de Numancia (del 12 al 16) y Aquiles, el hombre (del 19 al 23), una variada muestra de drama, comedia y tragedias griegas. La primera edición de este proyecto, organizado de manera conjunta por el certamen de Mérida y la Junta de Extremadura, se celebró en la primavera de 2015 y consiguió más de 9.000 espectadores en los cinco montajes representados.

Jesús Cimarro, director del Festival de Mérida desde 2012, años en los que la asistencia ha crecido de los 67.740 espectadores de 2012 a los 163.500 de la edición pasada, considera que esta salida de las ruinas romanas a los escenarios de Madrid es una ocasión perfecta para poner en el mapa este certamen y dar la oportunidad a miles de espectadores de acercarse a los grandes clásicos. “Es el mejor escaparate para la cultura extremeña que se convierte en todo un referente. Es una manera de mostrar al público y a los programadores las propuestas de estas compañías, a las que se les abre la posibilidad de continuar con la gira de sus montajes”, asegura Cimarro.

Los productores extremeños baten palmas. Fernando Ramos, de la compañía Verbo Producciones, ya vivió la experiencia de esta salida en 2015 con el espectáculo Los gemelos y asegura que fue “fantástica”. “Es una oportunidad fabulosa para darnos a conocer y calentar también motores de cara a la próxima edición del Festival de Mérida ” dice Fernando Ramos, de 46 años y natural de Llerena (Badajoz) que en esta ocasión trae a Madrid El cerco de Numancia, la obra de Cervantes en versión de Florián Recio y dirigida por Paco Carrillo. La mítica historia de los vecinos de Numancia que prefirieron inmolarse antes que doblegarse ante el poder de Roma llega, en opinión de Ramos, hasta nuestros días, al ser un retrato fiel de muchas de las situaciones de imperialismo y heroicidades que se viven en la actualidad, ya sea en forma de desalojos de viviendas o de abusos de gobiernos y bancos “Es una historia de ahora”, añade el productor y actor de la obra, que se presenta en Madrid con el mismo elenco (nueve intérpretes), pero sin los 50 miembros del coro. “Los momentos íntimos de la obra, llenos de drama y de dolor, ganan en los teatros convencionales por la cercanía con el espectador”.

Pero la intimidad también es buena, en ocasiones, para la comedia. Como Los Pelópidas, del autor alicantino Jorge LLopis, en versión también de Florián Recio y dirección de Esteve Ferrer. Coproducida por Suripanta Teatro, esta parodia de las grandes tragedias griegas escrita en ripios fue la obra con la que la compañía extremeña celebró el verano pasado sus 30 años de existencia. Pedro Rodríguez, 56 años, actor y director de la productora, resalta que el montaje que se verá en el Bellas Artes es idéntico al de Mérida y con el mismo número de actores (ocho). “Lo único que cambia es la desaparición del coro y el tamaño de las tarimas sobre la escena. El calor de esta comedia, pura y dura, se potencia”.