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Santa Engracia tendrá dos carriles menos para el coche

El número de plazas de aparcamiento para no residentes se reducirá

Esperanza Aguirre, con el concejal Pedro Corral, en la calle de Santa Engracia.
Esperanza Aguirre, con el concejal Pedro Corral, en la calle de Santa Engracia. Alvaro Garcia

El Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Manuela Carmena (Ahora Madrid), ha empezado las obras para ampliar las aceras y crear un carril-bici en la calle de Santa Engracia, uno de los ejes viarios de la capital. Según el plan municipal, la actuación en la vía reducirá los carriles, que pasarán de los actuales cuatro o cinco, según el tramo, a dos para particulares y uno para el transporte público. El número de plazas de aparcamiento para no residentes se reducirá también. El Ayuntamiento no facilitó la cifra. El PP calcula unas 300.

En septiembre del año pasado, el Consistorio lanzó un plan para ampliar la red de carriles-bicis de la capital. La calle de Santa Engracia, una de las más emblemáticas del barrio de Chamberí, es una de las afectadas. El Ayuntamiento quiere ampliar las aceras de esta calle entre uno y dos metros y robar un carril a los vehículos motorizados para dárselo a los ciclistas, aplicando un modelo parecido al previsto para la Gran Vía.

A rasgos generales, este proyecto —de unos dos kilómetros de longitud— tiene como objetivo reducir el tráfico y, al mismo tiempo, promover un concepto de ciudad "amable y sostenible", cuyas instalaciones estén pensadas "para las personas, y no para los coches", según señala el Consistorio.

El concejal de Centro, Jorge García Castaño, revindicó durante la presentación del plan la idea de hacer el distrito "más habitable". Con este fin, el Ayuntamiento, pretende, además, reducir la velocidad autorizada en las zonas de Trafalgar, Arapiles y Gaztambide, de 50 a 30 kilómetros por hora.

La portavoz del PP en el Ayuntamiento, Esperanza Aguirre, dio este jueves un paseo por la zona, donde ya se vislumbra el esqueleto de la nueva calle. Los operarios trabajan a diario desde las primeras horas del día. Aguirre consideró que reducir los carriles en uno de los principales ejes de Madrid causará un "colapso circulatorio", sobre todo durante las horas de mayor tráfico, que coinciden con la apertura y el cierre de las numerosas oficinas de la zona.

Además, la popular criticó la eliminación de 300 plazas de aparcamiento, según sus estimaciones, ya que el Consistorio no dio cifras exactas al respecto. "Los vecinos pagan por el derecho de aparcar y les quitan cientos de plazas para estacionar; no lo entiende nadie, la verdad. Las obras han costado 1,9 millones de euros, lo que significa que el Ayuntamiento gasta el dinero del contribuyente en contra del contribuyente", dijo.

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Sarah Bachir, de 43 años, que cada mañana llega a Chamberí para trabajar, está, sin embargo, de acuerdo con el planteamiento municipal. "Mejora la calidad de la zona", considera. "Todo lo que sea crear espacio para los peatones está bien", añade Alicia, de 50 años, que viene desde Vallecas para trabajar también en el distrito.

La mayoría de los empleados preguntados por este periódico explicaron que para desplazarse utilizan, sobre todo, los medios de transporte público. De hecho, la mayor parte de la calzada de Santa Engracia está pintada de verde para que los residentes puedan aparcar. Las áreas azules (no residentes) son minoritarias.

Pero frente a la opinión de los madrileños que acuden a este barrio a trabajar cada mañana, está la de los vecinos propiamente dichos. Estos se muestran escépticos con la reducción de los carriles y temen una eliminación de los aparcamientos destinados a ellos. A las cuatro de la tarde, no suele haber ya sitios libres en las zonas destinadas a los residentes.

Los vecinos de mayor edad parecen los más críticos. "Se formarán atascos. Ampliar las aceras dos metros es una barbaridad, ya son suficientemente anchas", dice Ana R., de 65 años. "Es un absurdo desde todos los puntos de vista", agrega Ángel M, de 76.

Ambos, en cambio, se quejan de la suciedad de las vías laterales y del mal estado de las aceras, lo que les dificulta el paso. "Todo parece un capricho, ¿cuántos metros de carriles-bicis van a hacer?", preguntan con sorna. Y añaden: "No han pedido la opinión a nadie".

Reubicación de las plazas

La portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre, contestó este jueves durante una rueda de prensa las preguntas sobre la pérdida de plazas de aparcamientos. "Todas las plazas, en particular las destinadas a los residentes, que desaparecen de una vía cuando se hace un carril bici o se amplían las aceras se reubican en zonas cercanas. También sucederá así en Santa Engracia", dijo.

Fuentes del Área de Desarrollo Urbano Sostenible insisten en que todas las plazas de estacionamiento para vecinos "se reubicarán", aunque admiten que será a costa de las destinadas a los no residentes. La filosofía del equipo de Gobierno de Ahora Madrid, explican, es "ir reduciendo paulatinamente la presencia del vehículo privado en el centro de en favor de la movilidad peatonal y ciclista". "El aparcamiento [para no residentes] es un foco de atracción del automóvil privado", agregan.

Las restricciones en los carriles se llevarán a cabo en los más de dos kilómetros de Santa Engracia, desde Alonso Martínez a Cuatro Caminos. Dos serán para el tráfico privado y uno para el público. Las obras acabarán previsiblemente a finales de abril.

Una decisión tomada sin consulta

A diferencia de Gran Vía, donde el Ayuntamiento reducirá los carriles tras una consulta ciudadana, en Santa Engracia el Ejecutivo descartó convocar una votación. "Hay bastantes formas de hacer procesos participativos. En este caso se ha hablado con el ForoCiclista durante más de un año y con todas las asociaciones de movilidad de Madrid", afirmaron desde el Consistorio.

En cuanto al coste de la operación, desde el Gobierno local no facilitaron cifras exactas, puesto que se mezclan varias partidas, como los 40 millones de euros para la mejora de las calzadas en la ciudad, y los 8 para los itinerarios ciclistas.

Los nuevos itinerarios se proyectarán en las calles de Santa Engracia, Bravo Murillo, avenida de los Toreros, Gran Vía de Hortaleza, paseos de Moret-Pintor Rosales, Puerta de Toledo-Antonio Leyva y avenida de Oporto-Eugenia de Montijo, además de bulevares y prolongación de Madrid Río. MadridCiclista, una asociación de usuarios de la bici, criticó que algunos tramos son peligrosos para los ciclistas.

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