Una mujer desaparecida en Gelves muere congelada tras sufrir un golpe

La mujer localizada el pasado 21 de enero entre su casa en Gelves (Sevilla) y la residencia de Palomares del Río donde se encontraba su marido, al que iba a ver, murió de forma accidental tras un golpe en el costado que la dejó inmovilizada, por lo que se cree que falleció congelada en el paraje donde cayó, según han informado a Efe fuentes de la investigación.

La fallecida, Antonia Casado, de 75 años, no presentaba lesiones de defensa ni de lucha y solo tenía un fuerte traumatismo en el costado que le dejó inmovilizada y le impidió tanto moverse como reaccionar para salir del lugar en el que fue encontrada, en un arroyo frente al parque Ribera de Porzuna.

Tras quedar inmovilizada, la mujer habría muerto a causa de las bajas temperaturas que han hecho desde el pasado 25 de diciembre, cuando se denunció su desaparición, han precisado las fuentes.

Por tanto, la hipótesis principal de la investigación apunta a una muerte accidental y se descarta un homicidio, lo que tendrán que confirmar las pruebas de laboratorio extraídas por forenses del Instituto de Medicina Legal tras la autopsia realizada y los datos que se aporten de la investigación policial.

La mayor incógnita de este caso es conocer por qué la mujer estaba en el lugar en el que fueron localizados sus restos, han añadido las fuentes.

La mujer desapareció el pasado 25 de diciembre, cuando salió de su vivienda para ir a buscar a su marido a una residencia de Palomares del Río.

Sin embargo, no llegó a recogerlo ni fue posible contactar con ella, por lo que su nieto interpuso una denuncia por la desaparición en el cuartel de San Juan de Aznalfarache.

El cadáver fue descubierto el 21 de enero sobre las 18:00 horas por una persona que transitaba por el lugar, un arroyo en una finca frente al parque Ribera de Porzuna.

Antonia Casado fue vista por última vez en el también municipio sevillano de Coria del Río, muy cercano al de Gelves. Los encargados de la investigación han confirmado que los restos hallados son de la mujer desaparecida por las pruebas genéticas que se han hecho y porque, además, tenía su DNI y los diversos efectos personales que se encontraron coinciden con los que llevaba cuando se perdió su rastro.