La oposición confirma su portazo al presupuesto de Colau
Las cuentas se votarán el próximo viernes 23 vinculadas a una cuestión de confianza
Seis minutos. Es lo que ha durado la comisión extraordinaria celebrada este viernes en el Ayuntamiento de Barcelona que debía resolver las alegaciones al proyecto de presupuestos del gobierno de la alcaldesa Ada Colau. La oposición en bloque se ha puesto de acuerdo para limitarse a votar no y no intervenir. Tras este último paso, las cuentas se votarán el próximo viernes 23 vinculadas a una cuestión de confianza. Un mecanismo por el que con toda probabilidad se aprobarán las cuentas automáticamente si en 30 días la oposición no es capaz de armar un gobierno alternativo. Algo casi imposible con la aritmética del pleno, que exigiría poner de acuerdo a Ciutadans con CiU o ERC.
El teniente de alcalde de Economía y portavoz del ejecutivo, Gerardo Pisarello, y la concejal de comercio, Montserrat Ballarín (PSC), han defendido el proyecto y han destacado que el gobierno ha aceptado la mitad de las enmiendas de los grupos municipales. Recibieron 116 enmiendas, han explicado, de las que ha estudiado 85 (el resto eran peticiones de aclaración o no su desarrollo no depende del gobierno de la ciudad) y han aceptado 49, han detallado.
Pasada la comisión, la oposición sí ha hablado, en declaraciones en los pasillos, para cargar duramente contra "la falta de diálogo" del equipo de Colau, a quien han acusado, uno tras otro, de "hacer teatro" e incluso de "mentir" al afirmar que sí han dialogado.
Por orden de representación, la primera en hablar ha sido la concejal de CiU Sònia Recasens, que ha acusado a Colau de "aprobar el presupuesto por la vía de la imposición y por la puerta de atrás". Carina Mejías (Ciutadans) ha asegurado que el gobierno "no ha tenido ningún interés en negociar" y ha acusado a Colau de tener "tics antidemocráticos".
Alfred Bosch (ERC), ha defendido su no intervención como un acto de "coherencia ante el silencio del gobierno a la hora de negociar". Javier Mulleras (PP) ha justificado "el plante de toda la oposición porque no se ha tocado ni una coma respecto al presupuesto presentado hace un mes". "Colau se presentó como ejemplo de regeneración democrática y aprueba un presupuesto por la puerta de atrás en contra de la mayoría del Ayuntamiento", ha lamentado. Desde la CUP, Maria Rovira ha calificado la sesión de "un capítulo más del espectáculo de los presupuestos" y ha acusado a Pisarello de "mentir descaradamente". "A nosotros no nos han aceptado ninguna enmienda y las cuentas no recogen cuestiones que se han aprobado por consenso en el pleno".
Por su parte, Pisarello ha sacado pecho y ha manifestado: "Hoy se ha constatado que no hay ninguna alternativa mayoritaria consistente a la propuesta del gobierno". "Nos hubiera gustado poder discutir con tranquilidad pero Barcelona necesita un presupuesto porque la ciudad no se puede parar, y creemos que estos son unos buenos presupuestos", ha dicho y ha negado que el gobierno "haga teatro cuando ha hecho 15 reuniones".
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