El fiscal acusa a un narco de facilitar una coartada falsa a tres lancheros

Ayudar a sus compinches le puede salir caro al naco arousano Francisco Padín Fernández, Fran el Pardillo. La fiscal de Pontevedra Lorena Rendo ha presentado escrito de acusación contra él por incurrir presuntamente en un delito de falso testimonio en un juicio a fin de facilitar la coartada a tres lancheros que intervinieron en el transporte de 2.300 kilos de cocaína apresados en el barco Ratonero, con base en O Grove, en febrero de 2012.

Francisco Padín, con antecedentes penales, se enfrenta a dos años de prisión y una multa de 3.600 euros tras declarar en la vista oral que se celebró en la Audiencia de Pontevedra en octubre de 2014 como testigo de la defensa del grupo de nueve narcotraficantes que fletó el cargamento y que finalmente fueron condenados.

La declaración de Fran el Pardillo intentó servir de coartada a los tres tripulantes de la lanzadera cuyo cometido era recoger el alijo al pesquero aunque ellos siempre lo negaron. Cuando el barco ya había sido capturado en alta mar, la lanzadera se aproximó de noche al pesquero y al percatarse de la presencia del buque Petrel de Aduanas los lancheros dieron vuelta y se refugiaron en Madeira.

En la isla portuguesa se hicieron pasar por turistas y se alojaron en un hotel, mientras en España la juez de Vigo que autorizó el abordaje del Ratonero decretaba orden de detención contra ellos. Pocos días después fueron localizados por la Policía Judicial lusa y entregados a España.

Los agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera que declararon en el juicio describieron la entrada en escena de la lanzadera. Era de noche y detectaron una comunicación por la radio del pesquero. Primero se escucharon unos silbidos y luego alguien saludó con un “hola, compañeiros”. Después, los agentes observaron con visores nocturnos que una lancha rápida navegaba al encuentro del Ratonero pero los tripulantes emprendieron la huida cuando vieron al Petrel al costado del pesquero.

En Madeira fue localizada la lancha encallada y otras pruebas como un carné de identidad que relacionaba con el alijo apresado a los tres lancheros arousanos y con antecedentes por narcotráfico.

La fiscal considera en su escrito de acusación que el testigo faltó deliberadamente a la verdad en su testimonio a pesar de haber sido informado previamente a su declaración ante el tribunal de que estaba obligado a no mentir y de las consecuencias penales que ello supondría.

El Ministerio Público aporta como prueba de falso testimonio la reproducción en video de la declaración del testigo en el juicio, que contrasta con los hechos que se han considerado probados en la sentencia condenatoria que ya fue confirmada por el Tribunal Supremo. También solicita que declaren como testigos tres de los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en la investigación sobre el alijo del pesquero grovense para que lo hagan en condición de peritos.

La sección quinta de la Audiencia con sede en Vigo, condenó a los nueve acusados por este cargamento a penas que superan los 100 años de cárcel y a más de 1.600 millones de euros en multas.