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Unió pasa página de la era Duran y se prepara por si hay elecciones

Espadaler alerta en el congreso de los democristianos contra un tripartito de izquierdas

Ramon Espadaler, durante una de las votaciones del congreso del partido catalanista democristiano.
Ramon Espadaler, durante una de las votaciones del congreso del partido catalanista democristiano.Alberto Estévez (EFE)

Unió Democràtica de Catalunya (UDC) ha empezado hoy oficialmente a pasar página a la era que marcó Josep Antoni Duran Lleida al frente del partido, con el reto de volver a presentarse a las elecciones catalanas e intentar formar parte de una alternativa de centro catalanista. Bajo el lema "Donde todo vuelve a comenzar", los democristianos han celebrado hoy su XXVI congreso en el Auditorio de la ONCE en Barcelona, ante unos 350 compromisarios, que han aprobado una reforma de sus estatutos y un código ético que representan un intento de regeneración interna.

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Tras el batacazo en las elecciones generales del 20 de diciembre, en las que Unió se quedó sin representación, Duran dio un paso atrás como presidente del comité de gobierno del partido y se apartó definitivamente de la primera línea, después de haber liderado casi ininterrumpidamente la formación desde inicios de los años ochenta.

En tan solo un año, Unió ha roto su matrimonio con CDC, ha dejado sus cargos en la Generalitat, ha sufrido la escisión del sector independentista que ha partido por la mitad al partido, ha perdido todos sus escaños en el Parlament y en las Cortes, ha visto cómo se daban de baja numerosos cuadros y militantes y, debido a su deuda de 19 millones de euros, se encuentra en preconcurso de acreedores. Ante este panorama, Unió ha celebrado hoy su congreso para poner al día sus estructuras internas y pasar página de algunos aspectos de su pasado, como el hiperliderazgo ejercido por Duran o la sombra de la corrupción que en determinados momentos ha salpicado a cargos del partido.

Josep Antoni Duran i Lleida, en el congreso de este sábado.
Josep Antoni Duran i Lleida, en el congreso de este sábado.Alberto Estévez (EFE)
Queremos ser una alternativa de centro que evite un Tripartito", dice Espadaler
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A lo largo de la mañana, los compromisarios han debatido y votado las 13 enmiendas que seguían vivas a la ponencia de reforma de los estatutos, aprobada con un 98,7 % de votos a favor, y al código ético, que ha recabado un 99,6 % de apoyos. Entre las principales novedades organizativas figura la adopción del sistema de primarias abiertas a la militancia para elegir al presidente del comité de gobierno del partido, a los presidentes intercomarcales y comarcales del partido y a los cabezas de lista en las citas electorales. Además, se introduce una limitación de dos mandatos para el presidente del comité de gobierno y los presidentes intercomarcales y se establece una periodicidad de dos años para la celebración de congresos, aunque la dirección sólo se renovará cada cuatro años.

El código ético aprobado establece que ningún investigado o condenado por corrupción política puede ir a una lista electoral de Unió ni formar parte de los órganos de dirección del partido. En la clausura del congreso, el secretario general de Unió, Ramon Espadaler, ha explicado que los cambios adoptados pretenden reforzar la "calidad democrática" del partido, mejorar su "gobernabilidad" interna, reforzar el "control" a la dirección y "abrirse" para enterrar las dinámicas "endogámicas e introspectivas".

Hacia el mes de septiembre está previsto que se celebren las primarias para escoger a la nueva dirección, que tomará las riendas del partido en la segunda parte del congreso que los democristianos celebrarán, presumiblemente, en octubre. Espadaler ha asegurado que Unió quiere "formar parte de una alternativa" de centro al gobierno actual de Junts pel Sí, que evite un "tripartito" de En Comú Podem, ERC y la CUP.

Además, ha retado al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a adelantar las elecciones en Cataluña si no encuentra apoyos parlamentarios alternativos a la CUP y sigue así "cautivo" de los anticapitalistas. Sentado no en primera fila sino en las butacas centrales del auditorio, junto a otros históricos del partido como Ignasi Farreres o Concepció Ferrer, Duran ha seguido los debates sin intervenir, manteniéndose en un discreto segundo plano. Quien no ha acudido a la cita ha sido Joana Ortega, formalmente aún miembro de la dirección del partido pero desligada y distanciada desde hace meses de la actividad de los democristianos.

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