Primer ensayo europeo de accidente aéreo con asistencia a víctimas

Pasadas las 11.00 de este miércoles, se ha activado la alerta después de que un avión comercial con 135 pasajeros y seis tripulantes a bordo haya caído sobre el mar Mediterráneo, a unos cuatro kilómetros al sureste del aeropuerto de Málaga. Este imaginario amerizaje ha sido el origen del primer simulacro de gestión de accidente aéreo y atención a víctimas de Europa, que ha movilizado a más de 300 efectivos de servicios de emergencias sanitarias y fuerzas de seguridad. El pionero ejercicio, coordinado por la Junta de Andalucía y el Gobierno central, ha contado con la participación de Salvamento Marítimo, el Ayuntamiento, el puerto de la ciudad y el aeródromo internacional Málaga-Costa del Sol.

El objetivo ha sido poner a prueba los mecanismos de atención, gestión y coordinación entre operativos ante una catástrofe de estas características. Los escenarios principales han sido dos. En el puerto se ha instalado un Puesto de Mando Avanzado (PMA) y se ha ofrecido la primera atención sanitaria a los heridos antes de su traslado a un hospital. También se ha abierto un protocolo judicial para los fallecidos y se ha ofrecido atención psicológica a las personas que han resultado ilesas. En el aeropuerto, mientras tanto, se ha canalizado toda la vertiente informativa, incluida la atención a los medios de comunicación, y se han habilitado espacios para atender a los ocupantes del avión no heridos y a los familiares de los afectados, con apoyo psicológico.

Además de establecer la estructura organizativa y los procedimientos de actuación para una respuesta adecuada, uno de los fines centrales del ejercicio ha sido la atención a las víctimas y a sus familiares. En este caso se ha trabajado sobre el hipotético escenario de cinco personas fallecidas en el accidente y 28 rescatadas con vida tras el amerizaje, 10 ilesas y 18 heridas. También se ha tratado de manera pionera la nueva figura surgida de la reforma de la legislación aeronáutica que se centra en el trato a las víctimas: la Persona de Contacto o PECO.

En el simulacro han participado, entre otros, efectivos del Servicio de Emergencias de Andalucía 112, de Protección Civil y del Instituto de Medicina Legal. Por primera vez se ha incorporado a un ejercicio de este tipo un juez de guardia. Las consejerías de Justicia e Interior y Salud y Bienestar Social también han aportado recursos personales y materiales. El dispositivo se ha completado con 200 agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, además de Policía Local de Málaga, personal de Aena y de la Autoridad Portuaria de la ciudad y psicólogos y voluntarios de Cruz Roja.

La actividad se ha desarrollado coincidiendo con la organización en Málaga de unas jornadas promovidas por la Conferencia Europea de Aviación Civil (CEAC) y ha contado con la participación de observadores internacionales de 44 países. El simulacro ha estado coordinado por el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, en calidad de director del Plan Territorial de Emergencias de Andalucía, al que se supeditan todos los demás en caso de accidente aéreo.