El martirio de las imágenes
CaixaForum presenta una exposición sobre la iconoclasia en el marco del ciclo dedicado a los comisarios emergentes
La talla de un santo en madera con la cara cortada y los ojos toscamente esbozados, acoge el visitante de la muestra Gestos iconoclastas, imágenes heterodoxas de CaixaForum. A primera vista parece una intervención de arte contemporáneo, pero se trata de un préstamo del MNAC, la representación de un mártir del siglo XVII, que volvió a ser martirizado durante uno de los episodios de iconoclasia del siglo XX. La obra da paso a la segunda entrega del ciclo Comisart, que brinda a los comisarios menores de 40 años la oportunidad de elaborar un proyecto expositivo a partir de los fondos de la Fundación La Caixa y del Macba.
El montaje consigue ampliar visualmente el espacio dividiéndolo en dos grandes salas, entre las cuales encuentran cobijo las proyecciones del desalojo de la casa de García Lorca a cargo de Pere Portabella y la paulatina destrucción por fusilamiento de un arreglo floral en el vídeo Maltrato de Javier Peñafiel. También hay una obra expandida, formada por cinco hornacinas de cera y aceite perfumado, que Valeska Soares ha empotrado a lo largo del recorrido como recordatorio del martirio y la devoción, que caracterizan las culturas religiosas.
Preside la primera sala una Madonna negra doliente, amamantando dos niños esqueléticos, que asoman entre los pliegues barrocos de su mantel rojo sangre. “En la foto que Vanessa Beecroft realizó en Sudan, la negritud conquista la iconografía cristiana tradicional, apuntado a la ambigüedad de la pintura religiosa europea y el enigmático sincretismo del que surgió el motivo de las vírgenes negras”, explica el comisario Carlos Martín (Granada, 1979), actualmente conservador jefe de la colección del Banco de España, dirigida por Yolanda Romero, que también fue su jefa en el Centro José Guerrero donde empezó su carrera. La formación de historiador del arte de Martín se pone de manifiesto en un montaje que, sin ser didáctico, resulta pedagógico gracias también a las cartelas explicativas, que proponen diversas perspectivas de reflexión en un momento en qué los actos iconoclastas vuelven a ser muy actuales.
Tres obras de los años 60, una de Fontana, otra de Millares pintado sobre arpillera y la reinterpretación del Guernica por el Equipo Crónica, sirven como ejemplo del caldo de cultivo del cual surgieron los artistas interesados en la dialéctica entre creación y destrucción. Entre estos no podía faltar Pedro G. Romero, autor del Archivo FX, un conjunto de imágenes sobre la iconoclasia política antisacramental en España, entre 1845 y 1945, que se proyectan con un índice de palabras relacionadas. La muestra se completa con la frialdad de las esculturas de Txomin Badiola y Miroslaw Balka; el homenaje-parodia de Sherrie Levine y Rodney Graham a Duchamp y Donald Judd respectivamente; la intervención de Rogelio López Cuenca sobre el logo del Seven Up y Dior y de Raymond Haines sobre una valla publicitaria; un tótem de vírgenes de Katharina Fritsch y una espectacular tela de Enzo Cucchi, principal representante de la Transvanguardia italiana de los años 80. Hasta el 5 de junio.
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