Bailes con patines

Hace mucho, mucho tiempo, en Madrid se bailaba música disco sobre patines. Corría la década de los ochenta y la flamante terminal de la Estación de Chamartín, inaugurada en 1975, se unía a la nueva moda importada de Estados Unidos: el roller disco. Situada en la última planta de aquel edificio, con un techo abovedado y una imponente bola de espejos, la pista de linóleo daba cobijo a todo tipo de patinadores y aficionados. Aquello, como todas las modas, duró un suspiro. Aunque hizo soñar a muchos con su particular Xanadu, película estrenada en 1980, protagonizada por Olivia Newton-John, y que popularizó el fenómeno del baile con patines a escala planetaria.

Tres décadas más tarde, a finales de 2014, aquella pista de patinaje reabrió con un importante lavado de cara. Algo que supo aprovechar el colectivo El Cuerpo del Disco, junto a Arturo Expósito y Linda Mirada. Este viernes, de 20.00 a 01:30, celebran su primer aniversario. Un evento de carácter bimensual adaptado a los tiempos de hoy en día, trascendiendo la música disco más conocida y rebuscando en las cubetas de rarezas de italo, boogie y nudisco. Y al que hay que añadir un ballet llamado Corpus Disci, que interviene con una coreografía durante un momento de la noche.

La sesión roller, al igual que otras fiestas como las organizadas por Discoteca o Café Berlín, ha conseguido que la fiebre por aquellos sonidos vuelva a tener interés entre el público madrileño. El invitado al aniversario de este fin de semana es Henry Saiz, bajo su alias Hal Incadenza. El productor madrileño es uno de los grandes amantes del italo disco, género al que ha dedicado hasta tres capítulos de su conocido programa, El Laberinto, en Radio 3. Ocasión única para reivindicar, a bordo de unos patines, la vigencia de unos ritmos que no paran de renovarse con el paso de los años.