El 45% de conductores muertos en Cataluña en 2015 iban bebidos

Las estadísticas del Instituto de Medicina Legal de Cataluña muestran que las autopsias practicadas en el año 2015 a conductores que murieron en un accidente de tráfico en las carreteras catalanas resaltan que el 45% dieron positivo en alcohol o drogas. El consejero de Interior de la Generalitat, Jordi Jané, ha proporcionado esta cifra, esta tarde, en la Comisión de Seguridad Viaria del Parlament de Cataluña donde ha informado del balance de siniestralidad en las carreteras catalanas el año 2015 y los primeros meses de 2016.

“Este año 2016 el número de accidentes ha sido menor al que tuvimos en las mismas fechas del año 2015. Concretamente, a 25 de abril, lamentamos en Cataluña 33 accidentes con víctimas mortales y el año pasado en las mismas fechas fueron nueve más, 42. Por tanto hay 21,4% menos de accidentes mortales en estos primeros cuatro meses del año, pero, en cambio, debemos lamentar 53 muertos ante los 49 del pasado año. Hay que tener en cuenta que si suprimimos los dos accidentes múltiples de Freginals (Montsià) y de Ponts de Molins (Alt Empordà) las víctimas mortales serían 33; 16 menos que el año pasado”, ha matizado el titular de Interior.

Jané ha recordado que con el Plan Estratégico de Seguridad Viaria 2014 -2020 se pretende reducir el número de muertos un 50% respecto del 2010, un 40% el número de herido graves con secuelas de por vida y un 60% el número de niños fallecidos en siniestros.

Durante la Comisión de Seguridad el consejero se ha referido a la carretera N-340 donde el pasado año murieron 19 personas: “Se están realizando actuaciones en esta vía que están cambiando la tendencia. El año pasado a día de hoy llevábamos siete fallecidos y este año uno”.

Los próximos meses se instalarán cámaras de control para detectar el uso del teléfono móvil en la conducción y controlar que los pasajeros lleven colocado el cinturón de seguridad. “Se instalarán nuevos radares por tramos en Cataluña. Ahora hay once y de aquí a un año habrá 30 que colocaremos en los lugares donde hemos comprobado que hay muertos o heridos graves”, ha destacado.

Los primeros diez radares se instalarán en la autovía A-7 en Tarragona (entre Vila-Seca y Altafulla), en la carretera C-16 Cercs (entre Bagà y Berga), en la C-16 en Sant Cugat del Vallès (entre Terrassa y Barcelona) y en la Nacional II entre Capmany y Agullana y en la carretera C-66 entre Corçà, Flaçà y Sant Joan de Mollet.

Posteriormente se colocarán nueve más dos en Lleida en la autovia A-2 entre Vilagrassa i Tàrrega, dos más en la autovia A-2 entre Argençola y Jorba, otro en la autovia A-2 entre Sant Vicenç dels Horts y Pallejà (sentido Lleida), dos más en Vilanova i la Geltrú en la carretera C-31, otro en la carretera C-17 entre Parets del Vallès y Lliçà d’Amunt y otro en la AP-7 entre Barberà del Vallès i Santa Perpètua de Mogoda.

Jané también ha querido recordar en su comparecencia la muerte de la diputada de JxSí, Muriel Casals, para recordar que un accidente es algo inevitable y cercano.