Las bases piden en el congreso de hoy de la ANC más democratización
Asambleas territoriales plantean la elección directa del presidente
La Assemblea Nacional Catalana celebrará este domingo en Manresa (Bagès) su congreso anual para aprobar su hoja de ruta y reformar sus estatutos y su reglamento interno. Las bases han presentado enmiendas para lograr una mayor democratización de la entidad y controlar al secretariado, el órgano de dirección formado por 75 miembros. Las principales persiguen que el presidente sea elegido de forma directa y no a través del secretariado y que los aspirantes a integrarlo aclaren su militancia. La ANC medirá su grado de unidad en otro aspecto clave: el deseo de la dirección de que haya una única lista secesionista si se repiten las elecciones generales no es precisamente unánime.
La organización calcula que al cónclave, que se celebrará en el Pabelló del Nou Congost, en Manresa, asistan unos 3.000 inscritos de los 30.000 que figuran en el censo de la ANC. El congreso será probablemente uno de los más intensos en la breve vida de la entidad al debatirse uno de los preceptos que más polémicas suscita: si el presidente —actualmente Jordi Sánchez— debe ser elegido por el voto directo de los asociados o bien a través de los 75 miembros del secretariado —como se hace actualmente según los Estatutos—. Una de las enmiendas presentadas en ese sentido advierte que el procedimiento actual no garantiza que el presidente elegido sea el que quieren los miembros de la Asamblea. “La elección directa garantiza una mayor democracia en el nombramiento de los cargos”, señala el texto.
Además de este apartado, las asambleas plantean que los candidatos a ser miembros del secretariado no se limiten solo, como establecen los estatutos, a explicar sus “motivaciones” y “méritos” que le avalan para acceder al cargo. Una de las enmiendas propone que se exija una “descripción detallada” de la vinculación que los aspirantes han mantenido con los partidos políticos en los últimos cuatro años, incluida la militancia o cualquier colaboración y los cargos públicos que hayan ostentado. Tras las propuestas, subyace el objetivo de algunas de las asambleas de lograr la máxima independencia de la ANC frente a las eventuales presiones de Convergència y Esquerra para controlar la entidad. Paralelamente, otras enmiendas piden establecer mecanismos de control del del Secretariado para que informe de forma puntual del contenido de sus reuniones y de sus votaciones nominales.
La ponencia de la hoja de ruta ha recibido una treintena de enmiendas la mayoría destinadas a cuestionar la decisión de la dirección de no dar la espalda a la remota posibilidad de que el Estado acepte la celebración de un referéndum secesionista y a la de promover una candidatura de la “máxima unidad independentista” en el caso de que se repitan las elecciones generales. Convergència está a favor de esta última opción, que ya rechazó ERC el 20-D.
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