Tres candidaturas aspiran a dirigir la nueva IU de Madrid

Los 1.723 militantes al corriente de pago que tiene IU en Madrid tendrán que elegir este domingo, por primera vez mediante voto directo, la nueva dirección regional de la coalición entre las tres candidaturas presentadas. Todas superaron los 80 avales requeridos (el 5% del censo). Parte como favorita la lista liderada por Mauricio Valiente, tercer teniente de alcalde de la capital. Su inclusión en Ahora Madrid, después de ganar las primarias en las que fue designado aspirante a la alcaldía por IU, fue una de las circunstancias que motivó la crisis interna que acabó con la expulsión de cientos de militantes en junio y el vacío político de IU en la región.

A Valiente le acompaña en su aventura María Jesús Alonso, alcaldesa de Ciempozuelos, ya que en la nueva IU, el liderazgo será compartido por dos portavoces en igualdad de condiciones, en lugar de un coordinador único. La exparlamentaria regional Lali Vaquero, acompañada por José Castro, portavoz de IU en El Álamo, encabeza otra de las candidaturas. La tercera de las listas será liderada por la también exparlamentaria Carmen Villares y Gerardo del Val, que fue responsable de financiación de la formación antes de la expulsión de la corriente IU-CM.

La intención de todas las listas es devolver la normalidad orgánica a la coalición después de nueve meses de conflicto interno en los que algunos ven “una lucha encarnizada de poder intervenida desde el Federal. El debate de la confluencia fue accesorio”. El escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid hizo que la dirección federal pidiera la cabeza de los portavoces en el Ayuntamiento (Ángel Pérez) y en la Asamblea (Gregorio Gordo). Más tarde fueron Tania Sánchez y Mauricio Valiente, vencedores de las candidaturas a la Asamblea y al Ayuntamiento respectivamente, los que abandonaron la formación. Otro cisma se abrió cuando la dirección nacional desautorizó la elección de Raquel López como candidata al Consistorio en sustitución de Valiente. IU, finalmente, se quedó sin representación en las instituciones madrileñas.

Tras el vacío de poder, la dirección nacional abrió un proceso para que todos los militantes que quisieran pudieran regresar a la formación. Ese camino es el que han tomado los 1.723 afiliados (eran 5.000 antes de la crisis interna) que desde esta tarde pueden votar las candidaturas de forma telemática.

Tres documentos políticos

En la primera jornada del congreso se han debatido tres documentos políticos, cada uno de ellos vinculados a una candidatura. El más votado debe servir ahora como base para construir la línea política de la coalición en la región. El texto que más respaldo ha tenido, 258 votos (el 75% del total emitido) ha sido Construyendo la Unidad Popular, perteneciente a la candidatura de Valiente y que ha sido defendido por Alberto Arregui y Álvaro Aguilera. Ambos oradores se han repartido los 10 minutos de alocución previstos por la mesa. Arregui ha sido muy crítico con algunos compañeros de su formación, especialmente con los que se beneficiaron de las tarjetas Black. En su opinión, “el obrerismo de salón no resuelve los problemas de una clase anquilosada en las instituciones”. “Queremos una IU que sea capaz de superarse, lo demás es muerte”.

Aguilera, que se jactó de tener el apoyo del PCE de Madrid y nacional, afirmó que “es el momento de hablar del futuro” y que por eso venían a “construir un movimiento capaz de disputarle el poder a los partidos del régimen”. “Queremos ser la IU de quienes sufren el yugo del capitalismo, no la que se pudre en los despachos”, resaltó. Lali Vaquero fue la encargada de defender el documento Reconstruir IU en Madrid, aunque advirtió que ese papel debió corresponder a José Andrés Llamas, “vetado por su asamblea de base, como otros compañeros”. Vaquero, cuyo texto obtuvo 56 votos (16%), subrayó que así era “muy difícil superar una etapa de confrontación. Algunos nos lo ponen muy difícil”.

La defensa del tercer documento, IU, la izquierda por el encuentro, ha correspondido a Carmen Villares. Ha resaltado que la formación siempre había estado unida y había sido plural, “a pesar de lo que se ha dicho en los medios”. Destacó que “a esta IU no hace falta suplantarla, sino mejorarla” y que la formación tenía que despojarse de “carencias de gestión”. “Queremos una IU compartida, no partida. La unidad no se impone, se construye”, subrayó.

“Cerca del sorpasso”

También se ha debatido un documento organizativo que pretende reforzar el papel de IU en Madrid como movimiento social. El texto prevé que las decisiones se sometan a votación de la militancia y, “si se puede, de los simpatizantes”. A la apertura del congreso asistió el coordinador federal de IU, Cayo Lara, que pidió “tender la mano a todos los que faltan, que son muchos”. Lara ha pedido unidad y ha recordado que, en marzo de 2014, las encuestas daban a su formación una intención de voto del 18,9%, “cerca del deseado sorpasso al PSOE”. “(Luego) pasaron muchas cosas”, como la irrupción de un nuevo actor político (Podemos) y el escándalo de las tarjetas Black. “Una tormenta perfecta para cargarnos todo lo bueno que habíamos hecho”, se ha lamentado.