Círculos de Podem se rebelan para forzar el congreso
El grupo dice que cuenta con el apoyo de 41 de los 53 círculos para celebrar la asamblea
El sector crítico de Podemos en Cataluña está cerca de recoger las firmas necesarias para forzar un congreso en esta comunidad para renovar la dirección, en situación de interinidad desde octubre. Su objetivo es que el partido sea autónomo y no esté sometido a las decisiones de la dirección estatal. La junta actual, próxima a Pablo Iglesias, es partidaria de aplazar la asamblea hasta junio al alegar las negociaciones de investidura y de la confluencia de Ada Colau.
Miembros del sector aseguran que han logrado que 41 de los 157 círculos existentes en Cataluña hayan firmado una petición para forzar la convocatoria de una asamblea extraordinaria que facilite la renovación de la junta, en situación provisional desde el pasado mes de octubre cuando presentó la dimisión la secretaria general Gemma Ubasart. Los estatutos del partido establecen que el congreso se convocará cuando lo apoye el 35% de los círculos validados en cada comunidad. Según esas cifras, los críticos estarán cerca ya de forzar la asamblea al necesitar 53. Fuentes de la dirección en Cataluña aseguran, sin embargo, que todavía no han recibido ninguna información sobre el movimiento de los círculos.
Los círculos se empezaron a movilizar en Cataluña en febrero cuando Sergio Pascual, secretario de organización, anunció los procesos electorales en Euskadi, La Rioja, Cantabria y Galicia pero no así en Cataluña. La versión oficial se centraba en que la investidura y la confluencia que propugna Ada Colau obligaba a dilatar el proceso. Fuentes del sector crítico sostienen que la verdadera razón es que Pablo Iglesias no cuenta con nadie en Cataluña con voluntad de asumir el liderazgo. Sólo el diputado Raimundo Viejo se ha mostrado partidario de dar el paso si la dirección es colegiada.
Fachín: "Nuestras decisiones las tenemos que tomar en Cataluña"
Albano Dante Fachín (Bahía Blanca, Argentina, 1976) es una de las caras visibles del sector crítico de Podem.
Pregunta. ¿Por qué han impulsado Ho podem tot?
Respuesta. Porque queremos dejar atrás la interinidad y debe haber más participación de los círculos en la toma de decisiones y en la discusión. Antes no teníamos ni diputados ni ediles. Ahora tenemos nuevos retos y hay que funcionar armónicamente.
P. ¿Por qué quieren que no se demore la asamblea?
R. Por esa interinidad. Cuanto antes se resuelva, mejor. Nosotros no hemos compartido la estrategia de recogida de firmas de los círculos. Los círculos han creído que esta situación es demasiado larga. Con independencia de la fecha final de la asamblea, lo importante es debatir. Sergio Pascual [secretario de Organización] me habló de la prioridad de la investidura y no se opuso a que debatamos. Se ha leído como un desafío y no lo es absoluto. Para crisis territorial, la que tiene el PP.
P. ¿Se postulará al final como secretario general?
R. No se trata solo de un simple ejercicio de reflexión. El objetivo es tener una propuesta buena y aplicarla. No me postulo porque no todavía no hay una convocatoria.
P. ¿Simpatizan con Ada Colau?
R. Mucha gente de Podem ha compartido luchas en la calle y existe esa afinidad. No se puede ignorar esa propuesta para lograr que Convergència no gobierne. Nadie en Cataluña se niega a eso. El ADN de Podemos es que la gente tome sus decisiones y las nuestras se deben tomar en Cataluña desde un debate profundo.
La corriente crítica cuenta con un centenar de personas que hace dos semanas ya presentó el proyecto Ho podem tot (Lo podemos todo), en el que está expuesto el decálogo de sus reivindicaciones para mejorar la forma de organización y la participación de los círculos. El primer gran acto lo celebraron el pasado fin de semana en Santa Coloma de Gramanet.Una de sus premisas es que el partido se organice como un sujeto propio con autonomía de Madrid y que no se repita, por analogía, la relación entre el PSC y el PSOE que ha acabado siempre, dicen, asumiendo los dictados de Ferraz. “Si Podemos defiende la pluralidad del Estado, de la misma forma que defendimos que En Comú Podem tuviera grupo propio, entendemos que tenemos que proponer un modelo de partido que nos potencie como proyecto político propio”, señala en su decálogo. Uno de los impulsores advierte de la necesidad de que Podem se construya como un partido fuerte que no acate las órdenes de un “comisario político” de la estatal ni que acabe tampoco en “los brazos de Colau”. Su idea es que funcionen con la misma autonomía que Podemos en Andalucía.
La cara visible de los críticos es el diputado al Parlament, Albano Dante Fachín, que recalca hasta la saciedad que no está detrás de las firmas de los círculos. “En todo caso eso demuestra que no gusta la interinidad”, afirma. Las dos partes, tanto la oficialista, como la crítica, que apenas discrepan ideológicamente, coinciden en que deben integrar la confluencia para acabar con la hegemonía convergente. Los dos sectores creen que Podem debe ser clave en la construcción de ese espacio político y rechazan que debe disolverse, como insinuó el diputado de En Comú Podem, Marcelo Iglesias, cuando se refirió al futuro de los distintos actores que integrarán la confluencia. Los críticos desean llegar con el partido ya consolidado para negociar la confluencia.
Pese a que sus relaciones son excelentes, Colau fue la primera persona que plantó cara a Pablo Iglesias con la confección de la lista para el 20-D. Fachín es el segundo que lo hace al ser partidario de acelerar el congreso. Joan Giner, diputado en el Parlament, de la línea de Fachín, se mostró ayer esperanzado de que al final se consensúe una lista. “Hay posibilidades. En el País Vasco había tres listas y al final han pactado”, señala el parlamentario.
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