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La Real Filharmonía cumple 20 años

Un concierto dirigido por su primer titular y una doble exposición conmemoran en Santiago el aniversario de la formación

La Real Filharmonía de Galicia (RFG) está de fiesta. Por quinta vez en su historia, puede celebrar un concierto el día de su cumpleaños, es lo que tiene nacer justo un 29 de febrero, el día que hace que un año sea bisiesto. Para conmemorar la efeméride, la orquesta gallega ha programado dos eventos extraordinarios: en el aspecto musical, este lunes celebrará un concierto en el que será dirigida por quien fue su primer titular Helmuth Rilling (Stuttgart, 1933), mientras que una exposición recordará en imágenes cómo han sido estos veinte años.

El concierto tendrá lugar en Santiago a las 21.00 horas en el Auditorio de Galicia, sede de la orquesta desde su fundación. El programa será un monográfico dedicado a Bach (1685-1750), el compositor fetiche del maestro Rilling. En los atriles de la RFG estarán su Concierto de Brandemburgo nº 4, BWV 1049; el Concierto para dos violines, BWV 1043, y la Suite para orquesta nº 3, BWV 1068.

Nada mejor en una conmemoración de este tipo que convertirla en un homenaje a quienes han contribuido a con su trabajo diario al desarrollo de la institución. Lógica, pues, la presencia en el podio del maestro Rilling y de la actuación como solistas de músicos de la orquesta: en este caso, los flautistas Laurent Blaiteau y Luís Soto y de los violinistas James Dahlgren (concertino de la RFG), Adriana Winkler y Grigori Nedobora.

El concierto se retransmitirá en directo por streaming, a través de la web de la orquesta y de las redes sociales. Antes del mismo, a las 20.30 horas, se inaugurará oficialmente en el Auditorio de Galicia la exposición conmemorativa organizada por el Consorcio de Santiago, organismo gestor de la Real Filharmonía de Galicia. Esta tendrá dos sedes, repartiendo sus obras entre la Casa do Cabido (Praza das Praterías) y el propio Auditorio de Galicia.

La muestra de la Casa do Cabido reúne fotografías representativas de la trayectoria de la Real Filharmonía, programas de concertos, vídeos, y discos que reflejan la trayectoria evolución de la orquesta en estos veinte años. En la del Auditorio se muestran fotografías de la etapa más reciente de la orquestra. Los autores de las fotografías son el fotógrafo Xaime Cortizo y Luis Soto, flautista y solista de piccolo de la RFG.

El lunes muchos aficionados recordarán la expectación ante aquel concierto inaugural y el aire de novedad que trajo a Santiago la presencia de una nueva orquesta gallega. En programa, la Suite de Amadis de Gaula de Bach; la Sinfonía concertante para oboe, violín, violoncheloy orquesta de Haydn; la Sinfonía nº 39 de Mozart y, antes de esta, la Saturnal (meditación melancólica para orquesta), encargada por la RFG para la ocasión al malogrado Manuel Balboa (A Coruña, 1958; Madrid, 2004.

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A lo largo de estos veinte años, la Real Filharmonía de Galicia ha tenido tres directores titulares. El primero, Helmuth Rilling, formó la orquesta ahormándola en el ejercicio de los clásicos y el barroco, siendo así la música de Bach una especie de columna vertebral tras su nacimiento. En su época fue frecuente la presencia en los conciertos del Auditorio de su coral Gächinger Kantorei y de músicos procedentes de su Bachakademie Stuttgart, entidades fundadas por él en 1954 y 1981 respectivamente.

El periodo de Antoni Ros Marbà (L’Hospitalet de Llobregat ,1937) como titular de la RFG (2000–2012) trajo una renovación de espíritu y la consolidación de la orquesta. El sonido de esta se hizo cada vez más personal (como de orquesta “de las de antes”, decían algunos). La Real Filharmonía salió de Compostela y se pudo escuchar en las principales ciudades españolas –es de destacar su participación en la vida cultural de Vigo-. Hizo giras por Alemania, Austria, Francia; viaja frecuentemente por Portugal y, saltando el charco, ha tocado en Argentina. y Brasil. La Xunta de Galicia decidió que fuese la Real Filharmonía la que representase a Galicia con su música en la Feria del Libro de La Habana (febrero de 2008).

Desde enero de 2013 el titular de la RFG es el director inglés Paul Daniel (Birmingham, 1958). El aire fresco que supone toda renovación en una direccción artística se ha manifestado en una nueva forma de programar. Sus conciertos temáticos y la interacción con otras artes escénicas o visuales ha traído a público y músicos una nueva forma de sentir los conciertos en el Auditorio de Galicia.

El último elemplo ha sido su reciente Hamlet de Shostakóvich con la actuación de Luis Tosar, en conmemoración del 400º aniversario de la muerte de Shakespeare (3 de mayo de 1616). Pero ha habido otros muchos; entre los más destacables se encuentra el estreno en España de Up-Close, de Michel van der Aa (Oss, Países Balos, 1970) en septiembre de 2013 dentro de las Xornadas de Música Contemporánea. Una obra que solo se podría clasificar como videopoema sinfónico para violonchelo, orquesta y electroacústica, que fue soberbiamente interpretada por orquesta, director y solista.

Y si en esa ocasión fue la coprincipal de chelos, Barbara Switalska, han sido muchas las veces en que la RFG ha dado a sus músicos la oportunidad de actuar como solistas. Una línea que ha permitido a su público comprobar cómo la calidad colectiva de la orquesta dimana directamente de la individual de sus profesores. La lista sería larga; a bote pronto, la memoria trae el recuerdo de actuaciones como la de Dahlgren con Frank Peter Zimmerman en el Concierto para dos violines de Bach o la elegancia y calidez del Concierto para violín nº 2 de Bartók en las manos de Ildikó Oltai, con Ros Marbà en el podio.

La llegada de la Real Filharmonía revitalizó la siempre interesante vida cultural de Compostela. Su implicación en la ciudad y sus instituciones, como sucede a través de la Escola de Altos Estudos Musicais de Galicia, de sus conciertos didácticos o de actividades como la su gira urbana por los barrios a principios de esta temporada es una muestra de la gran rentabilidad social que una orquesta sinfónica depara a la ciudad y la comunidad social a las que sirve.

Las bodas de plata de la orquesta son la siguiente estación importante en este viaje. Ojalá que hasta entonces el apoyo de público e instituciones esté a la altura que el trabajo de sus músicos, directores y empleados merece. Y que, con el esfuerzo de todos, la Real Filharmonía siga creciendo como motivo de orgullo de su ciudad.

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