El responsable económico de la CUP abomina del pacto con Junts pel Sí

El acuerdo de estabilidad parlamentaria entre Junts pel Sí y la CUP presenta fisuras cada semana y en esta Josep Manel Busqueta ha vuelto a dar prueba de ello. El exdiputado y actual técnico económico del grupo parlamentario de la CUP arremetió en un acto organizado por Periódico Diagonal, en Madrid, contra la decisión de su grupo de investir a Carles Puigdemont y se planteó la función de su grupo en el Parlament. "Es un interrogante grande. ¿Tiene sentido poner en duda los 385 ediles por una discusión presupuestaria? ¿Por haber investido a Puigdemont?”, dice Busqueta, economista y designado por su partido para ser negociar las cuentas con Junts pel Sí.

En una reflexión de más de cinco minutos, colgada en la red, el exdiputado, que fue uno de los dos que abandonó el escaño tras el acuerdo con Junts pel Sí, califica de “inadmisible” que una formación anticapitalista como la suya invistiera a Puigdemont y sitúa la decisión en la “contradicción” en la que está sumida la CUP y que ve “difícilmente salvable”. Busqueta califica a la CUP como un proyecto “dispar” en el que conviven alcaldías anticapitalistas en el Vallés y el Baix Llobregat con otros de zonas más rurales donde prima un componente “más patriótico que social”. En su opinión, no es una realidad conflictiva en mundo municipal pero que estalla en el Parlament cuando deben jugar un papel en esa institución.

“Es un problemón grande que evidencia nuestras debilidades: el espacio de la CUP no es homogéneo: convive un planteamiento anticapitalista puro con otro que tiene claro que hay que aprobar cualquier presupuesto para no entorpecer la dinámica del procés con una lógica que no ha superado el complejo de Edipo”, afirma y revela: “En la última asamblea un 30% de la organización estaba dispuesta a ir a Junts pel Si. Y eso es así y no sé si esta realidad tiene solución. Los instrumentos no son un fin. La CUP no es uno en sí mismo y si en un momento hay que lanzarla a la papelera para hacer otra cosa, pues habrá que hacerlo”, se plantea. En ese sentido, Busqueta admite que a los cupaires les desborda la dinámica del funcionamiento de la Cámara y ve “injusto” cuestionar el proyecto de las CUP por su papel en esa institución. “Y ese es el debate. ¿Vale la pena sacrificar todo un proyecto municipalista, con muchas potencialidades, como la lucha contra la corrupción, del apoderamiento de base, vamos a sacrificarlo por la mierda del Parlament?”, se pregunta para admitir que son conscientes de que no van a lograr ningún cambio social en profundidad desde él. “Ese es el rollo patatero. Una apuesta parlamentaria poniendo en riesgo nuestro activo. Y es un interrogante grande si acabamos en una discusión presupuestaria ¿Tiene sentido poner en duda los 385 ediles por una discusión presupuestaria o haber investido a Puigdemont?”. Es una discusión que aún no hemos resuelto”.

La diputada de la CUP Anna Gabriel afirmó ayer, por otra parte, en una entrevista a Europa Press, que aceptarían una propuesta del Gobierno central de referéndum aunque confía poco en que eso ocurra. Tras elogiar a Podemos por defender la consulta cuando era consciente de que no le daba “mucho rédito”, Gabriel admite su sospecha de que el partido de Pablo Iglesias lo reivindica en la lógica de la campaña electoral y no en base a una negociación real con el PSOE porque sabe que la propuesta será rechazada.