Más de 40 años tendiendo puentes con América

El director aragonés Luis Buñuel siempre fue muy reacio a acudir a festivales de cine. Lo suyo era estar detrás de las cámaras. Pero en 1976, hizo una excepción. El creador de Un perro andaluz y La edad de oro aceptó la invitación para acudir a la tercera edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Su asistencia dio un sólido espaldarazo a un encuentro con el séptimo arte que por aquel entonces arrancaba y que ya camina hacia su 42º edición. El certamen toma este año un nuevo rumbo tras la salida de Pedro Castillo como director y la propuesta del Patronato para que Manuel H. Martín y Guillermo Rojas ocupen dicho cargo. “Se abre una nueva etapa en la que buscamos una mayor proyección del festival. Y para ello, contamos con dos personas que presentan una dilatada trayectoria en el mundo cinematográfico y que, además, son conocedores del certamen desde diferentes perspectivas”, explica la concejal de Cultura de Huelva, Elena Tobar.

Durante una semana, las distancias con América se acortan. La capital onubense demuestra cada año que el cine no tiene fronteras y que su capacidad para recorrer miles de kilómetros es imparable. “El festival lleva más de 40 años impulsando las relaciones entre cineastas de ambos lados del Atlántico y contribuyendo a la difusión y promoción de películas que conectan Iberoamérica con Europa”, defiende Tobar, quien resalta la repercusión económica y cultural del encuentro. “Año tras año, Huelva reafirma con este festival su identidad iberoamericana”, agrega la edil antes de señalar que el festival ha sabido sortear la crisis. “El sector cultural ha sido uno de los más afectados por la crisis, pero el festival se ha sabido apuntalar con el apoyo de todas las Administraciones”, explica. Esta labor del certamen de conectar el cine entre ambas orillas ha sido recientemente galardonada por la Universidad de Huelva.

Con un presupuesto que en la pasada edición rondó el medio millón de euros, el encuentro ha sabido ir creciendo y reinventándose más allá de la idea que en 1975 puso en marcha los miembros de un cine club de la capital. Tal y como presentó Pedro Castillo con motivo del 40 aniversario, el festival ha abierto sus fronteras para incorporar una sección que da cabida al cine de coproducción con Europa y que ha permitido estrechar lazos con otros festivales. Muestra de ello, fueron la proyección el año pasado de películas como Pikadero, una coproducción hispano-británica; y ¿Quién es Dayani Cristal?, una cinta británico-mexicana.

Asimismo, la cita se ha extendido no solo por la capital sino también por la provincia. El año pasado se incorporaron como nuevas sedes la Universidad de Huelva y la Universidad Internacional de Andalucía, en una apuesta por acercarse a los jóvenes; y otra en Punta Umbría. También se mantienen las proyecciones de las películas de la Sección Oficial en el Centro Penitenciario de Huelva. “El objetivo es llevar el festival a todos los onubenses”, defiende la concejal. “El encuentro debe mantener su esencia, ese lazo con Iberoamérica y su apuesta por poner en valor este cine. Y todo ello, intentando abrirse más a toda la cinematografía”, pone como reto la responsable.