Una ruta por los otros festivales
Andalucía acoge certámenes de cortos, novela negra o cine rural
La gran pantalla ha sido escenario de numerosas invasiones extraterrestres. Algunas más conseguidas que otras. También, de los múltiples viajes del hombre al espacio para buscar nuevas formas de vida. A la Luna, a Marte... Ambas ideas han acaparado (y acapararán) las carteleras de medio mundo. Y, hasta este domingo, han impregnado de misterio las calles de Granada. La octava edición del Festival Internacional de Cine Clásico de Granada Retroback ha dado un giro en sus temáticas habituales y, desde el pasado día 19, ha rendido homenaje a la ciencia ficción con películas como Viaje a la luna, de Georges Méliès; o Encuentros en la tercera fase de Steven Spielberg. Pero sin perder su esencia. “Es el único festival audiovisual de España que se centra en el cine clásico”, explica el presidente de la Asociación de Festivales Audiovisuales de Andalucía (Asfaan), Emilio Egea.
Retroback es solo un ejemplo de la veintena de certámenes en torno al séptimo arte que se celebra en las ocho provincias andaluzas. “No existen festivales de primera y de segunda. Cada uno tiene su singularidad y, por lo tanto, su importancia”, defiende Egea. “En Andalucía, hay muchas ganas de hacer festivales. La crisis se ha llevado por delante una decena y la poca recuperación que ha habido no ha permitido a los que resisten recuperar los niveles de antaño”, afirma.
A lo largo del año, las citas cinematográficas se reparten por toda la geografía andaluza, más allá de las capitales y las grandes alfombras rojas. El Certamen de Creación Audiovisual de Cabra (Córdoba) lleva 20 años explorando las oportunidades que ofrece el cortometraje, al igual que se hizo a principios de este mes en la 38º Semana Internacional de Cortometrajes de San Roque (Cádiz). “En este último caso, se sigue apostando por el formato súper 8”, apunta Egea. Esta producción audiovisual es también la protagonista de citas como Almería en corto, en la que las historias no pueden superar los 90 segundos.
La singularidad de los festivales andaluces de la que habla Egea queda patente en certámenes como la Muestra de Cine Negro en español de Salobreña (Granada). “Es una temática tan especializada, que la convierte en única”, remarca. Este año, el encuentro se celebra del 12 al 16 de abril. Pero este no es el único ejemplo de peculiaridad. Por ejemplo, varios son los certámenes que han puesto el foco en el ámbito rural. Entre ellos, la Muestra de Cine de Dos Torres (Córdoba) en la que profesores, críticos, investigadores y cineastas se centran en analizar un aspecto concreto de este cine español. “Cada festival ha logrado hacerse su propio hueco”, afirma Egea. Entre otras citas, también están la Semana Internacional de Cine Fantástico de la Costa del Sol o el Festival Internacional de Jóvenes Realizadores.
Según Egea, la crisis económica ha obligado a los festivales a reinventarse encontrando en el colaboracionismo su forma de sobrevivir. “No solo se comparten gastos y contactos, sino que además se buscan fórmulas para abaratar costes. Si se contrata una exposición para tres festivales, el precio es más competitivo”, explica el presidente de Asfaan, quien pide a las Administraciones un mayor apoyo. “Hay conciencia de la visibilidad que este tipo de actividades da a una localidad, pero aún es necesario más respaldo”, afirma.
Pese a las dificultades, el calendario no para. Del 1 al 12 de marzo, se celebrará el Festival de Cine Inédito de Jaén, que contará con una veintena de proyecciones. Entre ellas, el preestreno de Lejos del mar, una película del director Imanol Uribe rodada en Almería y protagonizada por Eduard Fernández y Elena Anaya; y Lobos sucios, de Simón Casal. El proyector ya calienta motores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.