BComú no podrá cambiar la simbología sin mayoría amplia

El gran cuadro de la Reina Regente que preside una de las paredes del Salón de plenarios del Ayuntamiento de Barcelona solo se podrá retirar si en ello están de acuerdo los dos tercios de los regidores municipales. Y el mismo amplio consenso será necesario si, por el contrario, lo que se pretende es incluir una nueva simbología o una escultura. Es la principal consecuencia de la modificación de un artículo del Reglamento Orgánico Municipal que impulsó el partido de gobierno para poder cambiar la simbología del Salón de Plenos con la mayoría absoluta de los regidores.

La iniciativa la planteó después de retirar de forma unilateral el busto del Rey Juan Carlos en julio pasado. Sin embargo, la oposición del resto de las formaciones ha forzado al partido de Colau a rectificar y asumir —antes de perder la votación— que cambios de ese tipo son tan importantes como otros en los que la mayoría que se requiere es la de dos tercios de los ediles. Una amplia mayoría que por la complicada aritmética del resultado de las elecciones municipales hará difícil que se pueda llegar a acuerdo alguno en esa cuestión.

BComú también se ha visto obligada a recular en su voluntad de poder celebrar los plenos municipales en otros equipamientos municipales por “interés general” —una apreciación muy subjetiva— y solo se podrá hacer por causas de fuerza mayor.