Alicia Alonso: “No invierto mi tiempo pensando en el final”

Alicia Alonso (La Habana 1920), la mítica bailarina, acompañará al emblemático Ballet Nacional de Cuba del 21 al 25 de octubre en el Teatro Tívoli de Barcelona en el que ofrecerá seis funciones de El lago de los cisnes. Alonso ha seguido al elenco en su gira por la península. “En Madrid bailamos Don Quijote, El Lago y una programa combinado que incluía Las Sílfides y Carmen; en Barcelona bailamos solo El Lago a petición de los empresarios, ya que es un título que ejerce una gran fascinación entre el público y nuestra versión hace énfasis en el estilo y virtuosismo técnico que requiere este ballet”, afirma Alonso. La versión que ofrece El Ballet Nacional de Cuba es de Alicia Alonso, basada fielmente en la original que Marius Petipa y Liv Ivanov, con música de Tchaikovsky, que realizaron para el Ballet del Mariinski y que se estrenó en enero de 1895 en San Petersburgo. Alonso ha dividido la obra en tres actos y un epílogo en vez de en cuatro actos. Se trata de una colorista versión con vestuario de Francis Montesinos y Julio Castaño y escenografía de Ricardo Reymena.

“Interpretar el doble papel de Odette/Odile es un reto para cualquier bailarina, especialmente Odile, ya que el cisne negro encarna la maldad, una maldad que le es ajena, y se requiere diferentes registros técnicos e interpretativos. Sin embargo, cuando bailaba mis papeles favoritos eran los de Carmen y Giselle”, afirma la nonagenaria artista. En el Tívoli la pareja protagonista de El Lago estará interpretada por diferentes bailarines en cada función, así Odette/Odile será Anette Delgado (21 y 24 noche), Sadaise Arencibia (22), Viengsay Valdés (23 y 25), Estheysis Menendez (24 tarde). Mientras que el Príncipe Siegfried será Dani Hernández (21 y 24 noche), Alfredo Ibáñez (22 y 24 tarde) y Luis Valle (23 y 25). Todos ellos grandes intérpretes del BNC.

Alicia Alonso afirma que el desbloqueo americano aún no es una realidad. “Es una lástima, pero no hay un cambio palpable, únicamente han mejorado las relaciones entre ambos países. Y a la larga si esto progresa afectará a la compañía ya que está integrada por cubanos que viven en la isla. No obstante, en las diferentes etapas políticas hemos actuado con frecuencia en Estados Unidos y siempre con éxito”, concluye.

A Alonso no le gusta hablar de su sucesión al frente del Ballet Nacional de Cuba. “Ya sé que cuando se han vivido muchos años dirigiendo, parece que esta pregunta es inevitable. Sin embargo, nunca me lo he planteado en término de nombres. Sencillamente, he creado una escuela, una compañía, una tradición… Durante toda mi vida he ayudado a la formación de bailarines, maestros y coreógrafos. Mucho personal artístico y técnico ha crecido a mi lado. Por eso creo que el relevo no será difícil. Pero no invierto mi tiempo pensando en el final, sino sintiéndome parte del presente y ¿por qué no? del futuro”.