Tres candidatos pugnan hoy por liderar Juventudes Socialistas

Las papeletas con el nombre de Elena Marín (Madrid, 1989) no estarán finalmente en los centros que la organización juvenil del PSOE-M ha dispuesto para que sus afiliados puedan elegir a su nuevo secretario general. La retirada de la segunda aspirante que más avales presentó (147), rebaja la pugna por hacerse con el control de las Juventudes Socialistas de Madrid (JSM) a tres candidatos. Marín ha pedido el voto para uno de ellos, Borja Terrés, que fue el que más apoyos obtuvo en el proceso de avales (169 firmas), lo que le convierte en el principal favorito en la votación.

Terrés, de 28 años, rehúye del favoritismo, aunque es consciente de que la suma de los avales que presentaron tanto él como Marín (ahora unidos) el pasado 15 de septiembre es “un número importante” que le coloca en una muy buena posición de partida este domingo. Desde las 10 hasta las 20 horas, los más de 800 militantes de la organización podrán decidir, ya que por primera vez en la historia el voto no es delegado, quién será el nuevo líder de JSM hasta el congreso ordinario que se celebrará en el segundo semestre del próximo año.

La elección, que sigue la fórmula de un militante, un voto, se podrá realizar en una de las seis urnas que el comité organizativo, en el que están representadas todas las candidaturas y la gestora que dirige la federación, ha repartido por zonas territoriales. Se podrá votar en un total de seis sedes socialistas de la región: Majadahonda, Colmenar Viejo, Alcalá de Henares, San Martín de la Vega, Fuenlabrada y en la agrupación Centro, de Madrid capital. En cada una de las urnas habrá un representante de cada candidatura y un presidente de mesa elegido por sorteo entre los secretarios generales y secretarios de organización de las agrupaciones locales.

La fórmula se ha restringido a los cargos dirigentes para asegurar que el proceso salga adelante. “Tenemos militantes desde los 14 años. A esa edad aún no se tiene experiencia para llevar un proceso así. Un secretario general tiene bagaje, lleva varios años militando y ya conoce el funcionamiento”, explica Diego Piñeiro, presidente de la gestora que dirige a los jóvenes socialistas de Madrid desde diciembre. Piñeiro cree que “el objetivo del proceso es sacar algo estable, formar un proyecto fuerte”, por ese motivo ve positiva la unión de candidaturas. “Me hubiesen encantado más acuerdos. Los proyectos no distan tanto y siempre es un problema que se elija a alguien con un porcentaje bajo de apoyos”, subraya.

Algunos militantes critican que el paso atrás dado por Elena Marín responde a presiones en su equipo desde instancias superiores, un extremo que rechaza por completo Piñeiro. Lo mismo que Terrés, candidato al que ahora apoya Marín: “No sé lo que ha podido pedir el federal, lo desconozco”. Su acuerdo con la única mujer en el proceso se basa en tres principios: coincidencia programática, voluntad de dar estabilidad a la federación y ganas de sacar adelante el proyecto. “Como en toda negociación hay un tira y afloja, pero fue fácil porque nos conocemos desde hace años”, explica Terrés, que afirma haberse sentado con las otras dos candidaturas. Este periódico no ha podido comunicarse con Marín, por lo que no podemos conocer los motivos que le llevaron a retirar su candidatura.

Los otros candidatos

Ismael García-Gil y Alejandro Álvarez acudirán por separado a la cita electoral, aunque la alianza estuvo a punto de cristalizarse. Incluso sus equipos compartieron un rato de diversión en la noche del sábado, después de la hora y media de debate en la agrupación Centro de la capital, en la que los tres candidatos expusieron sus programas y atendieron las preguntas de los militantes. García-Gil, sin embargo, no confirma que el acuerdo con Álvarez haya estado cerca de cerrarse. “Nos hemos reunidos con todos los candidatos. Hemos puesto las condiciones muy altas porque creemos en el proyecto, así que vamos solos hasta el final”. Una explicación similar ofrece Álvarez: “Ellos tienen un proyecto y nosotros el nuestro, por eso hemos decidido ir por separado finalmente”.

El final, sin embargo, no ha llegado. El próximo domingo se celebra un congreso extraordinario, con voto delegado, que deberá elegir los miembros de los órganos de representación de JSM. Si Terrés no consigue una mayoría amplía, esos órganos pueden ser copados por miembros de las otras dos candidaturas, que podrían presentar incluso una lista alternativa conjunta. Aún superando el trámite, Terrés deberá enfrentarse a las urnas en el verano de 2016, para cuando está previsto un congreso ordinario. El secretario que salga de ese cónclave permanecerá cuatro años, el de este domingo, solo lo hará unos meses, de forma transitoria.