Deslumbrante técnica e ilusión
Los mejores bailarines de ballet del mundo brillan en la Gala de Estrellas de IBStage en el Liceo
El Gran Teatro del Liceo fue el escenario, las noches del viernes y sábado, de dos rutilantes galas que reunieron a los mejores bailarines de ballet del mundo para ejecutar los más famosos pasos a dos del repertorio clásico. Estaba previsto que actuara la gran bailarina rusa, Natalia Osipova, pero problemas burocráticos impidieron que volara a Barcelona. Con las galas se ponía punto final al curso internacional de danza IBStage, que es la tercera vez que se celebra en Barcelona. Los artífices de este certamen son Xiomara Reyes, Elías García y Leo Sorribes.
Las anteriores clausuras se celebraron en el Auditorio de Viladecans (2013) y en los de Sant Cugat y Terrassa el pasado año. Esta vez los participantes en el curso de danza pisaban el Liceo y la emoción y el entusiasmo se palpaba en el ambiente. Las actuaciones de las grandes estrellas se alternan con sencillas coreografías interpretadas por los alumnos del IBStage. Las intervenciones de los más de cien aspirantes a bailarines estuvieron marcadas por el rigor técnico. Pecaron de largas, lo que hizo que las galas perdieran cierta agilidad en su desarrollo.
Las sesiones empezaron con la coreografía de Elías García Herrero, Polonaise con música de Anatoli Liàdov, en la que desfilaron todos los participantes del IBStage. El Liceo presentaba una entrada importante de público que no dejó de aplaudir. Los “bravos” los arrancó el excelente bailarín ruso Daniil Simkin, en la actualidad solista del American Ballet. Su solo Le Burgeois con coreografía de Ben Van Cauwenbergh y música de Jacques Brel enloquecieron al público. Este virtuoso intérprete volvió a brillar en El Corsario. La sutil Julie Kent del American Ballet fue un delicado Cisne blanco junto a Xander Parish. Oksana Skorik primera solista del Teatro Mariinski hizo una magnífica exhibición de técnica en el Gran Pas Classique de Gsovsky junto a Timur Askerov. Después de tanta técnica, en ocasiones marcada por la frialdad en la ejecución, el público necesitaba una interpretación con corazón y llegó de la mano de Lauren Cuthbertson, primera bailarina del Royal Ballet, que junto Xader Parish, del Mariinski, bailó con emocionante expresividad el intenso paso a dos, Manon, de Kenneth McMillan. Otra reina fue Evgenia Obraztsova, primera bailarina del Teatro Bolshoi, que con un impecable dominio de la técnica hipnotizó al público en el paso a dos de Talisman de Petipa junto a Denis Rodkin, también del Bolshoi. Mariane Núñez y Thiago Soares realizaron una vital interpretación del paso a dos de Don Quixote. Al final de las galas estrellas y alumnos respondieron emocionados a los largos y sonoros aplausos del público.
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