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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

24 horas al día para cambiar Madrid

El diputado y candidato a la secretaría general del PSM sostiene que su partido debe esforzarse en ganar en la calle, no en las agrupaciones

El próximo domingo, la militancia del Partido Socialista de Madrid (PSM) está llamada a elegir un nuevo liderazgo. Una votación importante convocada en una fecha limitante que no invita a la participación pero que debe, y puede, ser el inicio de una serie de cambios en la organización, en el pensamiento y en la acción política del PSM.

Tenemos una oportunidad de cambiar la dinámica, de revolucionar y reiniciar un partido, el nuestro, que tenga la capacidad de ofrecerse como herramienta útil e innovadora a la ciudadanía madrileña. Sólo si volvemos a resultar útiles y creíbles a los que nos esperan (los ciudadanos) volveremos a ser competitivos electoralmente, tendremos posiciones mayoritarias y por tanto la manija para poder cambiar las cosas y dibujar una sociedad madrileña más justa, que potencie la igualdad de oportunidades y se ocupe de los que menos posibilidades tienen. Esos deben ser nuestros objetivos y nuestro partido, el PSM, el motor para llegar a ellos.

Es la primera vez en la historia del PSM en la que los militantes de forma libre, directa y secreta eligen a su Secretario/a General, no obstante cuando todavía era la FSM, ya algunos compañeros planteaban la posibilidad de utilizar este mismo sistema. Como era de esperar, los máximos órganos del partido abrieron una amplia batería de argumentos en contra de este modelo, provocando que los tiempos de la sociedad y del partido no caminasen paralelamente, alejándonos así, poco a poco, de la ciudadanía.

La competición electoral, el desgaste de nuestro partido en Madrid y la aparición de nuevos partidos (con viejas formas) que seducen al electorado, sobre todo en las zonas urbanas, nos obliga a impulsar, a repensar en positivo y entre todos, nuevas fórmulas de participación. Si llevamos años hablando de cambiar el Partido, llegado el momento hay que hacerlo.

En primer lugar tenemos que cambiar el acceso a los puestos de responsabilidad y de entrada al partido. Atraer el talento, no expulsarlo debería ser una regla básica. Eliminar la barrera de los avales para establecer un sistema de doble vuelta donde en la primera se presente quien quiera y en la segunda los dos proyectos más votados serviría para hacer de las primarias un verdadero instrumento que asegure la democracia interna. Estamos convencidos de que hay que ganar la calle, no las agrupaciones. Por eso las listas electorales tienen que ser votadas por los propios militantes y dejar de hacerse en despachos que, por definición, no suelen estar en la calle. Es decir trasladaremos a la Comisión Ejecutiva Federal la necesidad de abrir un modelo de listas abiertas donde haya un pequeño espacio para el equipo del Candidato/a elegido en primarias abiertas a la ciudadanía y otro número, el mayoritario, de puestos que sean abiertos al voto directo de militantes.

Tenía 21 años pero me resulta imposible olvidar el bochornoso “Tamayazo” donde dos sinvergüenzas aprovecharon las negociaciones de la “mesa camilla” para colarse en un proyecto que bien podía haber cambiado el rumbo neoliberal de Madrid. Es el momento de acabar con una tendencia oscura que puede llevarnos a la irrelevancia política en la Comunidad de Madrid. Despojar de poder a los “aparatos” de las agrupaciones que viven preocupados por controlarlas, y empoderar a la militancia puede refrescar un partido que, por desgracia, huele y suena a antiguo. Es una buena manera de superar las familias, la endogamia y por tanto de apostar por una verdadera regeneración democrática interna que luego sirva para articular y ofrecer un verdadero proyecto de regeneración democrática a la sociedad madrileña.

En segundo lugar, nuestro reto es que el PSM vuelva a ser la fuerza política capaz de aglutinar a otras fuerzas de izquierda y volver, así, a tener una vocación de mayoría. La Comunidad de Madrid no se merece seguir siendo el laboratorio de las ideas más neoliberales del PP, provocando la desesperación de los que menos tienen. El PSM debe plantear una batería de medidas con un objetivo claro: la defensa de los derechos que engloba el Estado de Bienestar e innovar en los ingresos y costes del mismo. Además la transparencia en la gestión es hoy más que nunca una obligación. Más si cabe en esta Comunidad Autónoma, saqueada por las diferentes tramas corruptas del PP. Aprovechar todos los mecanismos, y tecnología, a nuestro alcance para que los ciudadanos sepan qué se hace y qué se deja de hacer con sus impuestos es capital para la recuperación de credibilidad institucional.

Queremos ganar, sí. Tenemos la ilusión necesaria, tengo el equipo idóneo “sin mochilas” para encarar este proyecto con las garantías que necesita nuestro partido. Sabemos del volumen del reto pero eso es lo que más nos motiva. Cambiar el PSM, para cambiar Madrid. Dedicar 24 horas al día para cambiar esta región. Buscamos todo lo bueno de los proyectos que lideraron todos y cada uno de los Secretarios Generales de nuestra Federación, a los que aprovecho esta tribuna para agradecer su dedicación y empeño a tan noble, pero difícil, tarea. Ellos tuvieron su proyecto. Nosotros también.

 Juan Segovia, es diputado en la Asamblea de Madrid y candidato a la Secretaría General del PMS-PSOE.

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