Colau exhibe contundencia en sus primeros 15 días como alcaldesa

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, cumplió ayer 15 días laborables en el cargo. Tres semanas que arrancaron con la firma, junto al exalcalde Xavier Trias, la oferta de prórroga del Mobile World Center, pero en los que Colau ha mostrado contundencia en sus decisiones. Aunque, como decían ayer los hoteleros tras la moratoria de nuevas licencias: “No podíamos decir que no estuviéramos avisados: nos lo había dicho y lo llevaba en el programa”. Un argumento, el del programa de Barcelona en Comú y su plan de choque, que también emplea la alcaldesa para defender su acción de gobierno.

Estas son las principales decisiones adoptadas, que le han valido reproches de la oposición y duros comentarios de la Generalitat.

Retirada de la acusación contra huelguistas del 29-M. El segundo día de mandato, fue anunciada la retirada de la acusación contra los universitarios Dani Ayyash e Ismael Benito, acusados de desórdenes públicos en la huelga general, por los que se enfrentan a ocho años de cárcel. Días después hizo lo mismo con Saturnino Mercader y Roger Sánchez. El Consistorio argumenta que el fiscal ya ejerce la acusación.

Juegos de Invierno enterrados. Fue la principal decisión dela primera Comisión de Gobierno. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, argumentó que la candidatura a 2026 “no es una prioridad: la ciudad apuesta por el deporte de base y por el carácter mediterráneo”. La medida fue aplaudida por entidades como la FAVB y criticada por la oposición y la Generalitat, que reprocharon a Colau actuar sin contar con los alcaldes del Pirineo.

Revisión de la ordenanza de civismo. En una reunión con la Síndica de Barcelona, Maria Assupció Vilà, Colau explicó que revisará el reglamento y las sanciones de la norma —aprobada en 2006 por PSC, ERC y CiU— por considerarlas “desproporcionadas y criminalizar la pobreza”. La ordenanza prevé multar la mendicidad organizada o la prostitución en la calle. Colau necesita mayoría en el pleno.

Marcha atrás a la privatizaciçon de dos guarderías. En la inauguración de la escuela de verano de docentes Rosa Sensat, Colau confirmó que ha paralizado el concurso para privatizar la gestión de dos guarderías. Ante la ley estatal que impide contratar personal a las Administraciones, argumento del anterior alcalde, Xavier Trias, Colau respondió que “buscará donde sea los recursos para garantizar que las guarderías sean públicas”.

Reuniones con banqueros y prevención contra desahucios. Colau avisó de que su prioridad es la “emergencia habitacional”, derivada de los desahucios, y reunirse con las entidades financieras “al más alto nivel”. Comenzó con el presidente de CaixaBank, Isidre Fainé y durante esta semana ha recibido a Bankia y Anticipa-Blackstone. Además, Colau reunió esta semana a 70 personas en la Mesa de Prevención de Desahucios, un organismo que agrupa a la Administración, bancos, asociaciones y vecinos, que impulsó desde la PAH y que no se convocaba desde febrero de 2014. La alcaldesa dijo que no trabajará con bancos que desahucien.

Menos cargos de confianza. Obligado por la Ley de Racionalización de las Administraciones Locales, Barcelona ha tenido que reducir su cifra de 160 a 92. Esto ha complicado el reparto con los otros grupos en una negociación que comenzó con 72 para el gobierno municipal y 20 para la oposición y que ha evolucionado hasta 58 y 34, lo que los grupos aún consideran insuficiente. Colau y la oposición usan el mismo argumento: necesitan técnicos para hacer su trabajo. Colau asegura que el recorte en su lado es mayor y que tendrá menos asesores que otras grandes ciudades.

Hoteles ‘congelados’. Este jueves, de buena mañana y a través de un comunicado, el Ayuntamiento anunció que entraba en vigor una moratoria de un año, ampliable a dos, en la concesión de licencias para hoteles, albergues, apartamentos y cualquier alojamiento turístico. Una moratoria que congela proyectos hoteleros de gran envergadura, como el Hyatt previsto en la Torre Agbar, el Four Seasons en la torre Deutsche Bank o el que Amancio Ortega quería abrir en el antiguo Banesto. Aplaudida por las patronales de los apartamentos porque da a todos los alojamientos el mismo trato, la oposición y el Gremio de Hoteles pusieron el grito en el cielo advirtiendo del riesgo que comportará para las inversiones.