Un jubilado muere corneado durante un ‘correbou’ en l’Ampolla
Un hombre resulta herido de gravedad durante un encierro en Sant Jaume d'Enveja
Un hombre de 80 años y vecino de l'Ampolla (Baix Ebre) murió ayer en el hospital Verge de la Cinta de Tortosa donde permanecía ingresado por las graves heridas que sufrió durante el transcurso de un correbou. El hombre fue arrollado por un toro el lunes por la tarde cuando presenciaba uno de los rodeos taurinos que, en el marco de las fiestas del pueblo, se celebran en l'Ampolla a lo largo de la última semana.
El suceso tuvo lugar cuando se llevaba a cabo el popular "bou embolat" (toro embolado), modalidad que consiste en prender fuego a unas bolas que lleva encajadas el animal en los cuernos y que previamente han sido impregnadas de sustancias inflamables. El "bou embolat" transcurre normalmente de noche y las llamas añaden peligrosidad y vistosidad a las embestidas del toro. Según han informado fuentes próximas al fallecido, el hombre, payés retirado, era muy aficionado a los toros y el lunes había ido a ver el festejo acompañado por sus nietos.
El astado le corneó con insistencia y las graves heridas recibidas han hecho imposible que sobreviviera al paso de las horas. "El toro le dio dos cornadas y las perforaciones, aun cuando en principio no le afectaron ningún órgano vital, le provocaron una importante pérdida de sangre", ha informado el alcalde, Francesc Arasa, a la agencia EFE.
Los equipos sanitarios prestaron auxilio inmediato al herido, había una ambulancia de guardia en el lugar donde se celebraba la fiesta, y fue trasladado al hospital de Tortosa con vida. Ayer se certificó su muerte y esta tarde se celebra el entierro.
Los toros en l'Ampolla han sido motivo de fuerte controversia durante tiempo porqué es uno de los lugares donde se han venido celebrando los "bous a la mar". En esta modalidad, los animales solían correr por la zona portuaria sin ninguna protección que pudiese evitar su caída al agua. Diversos colectivos ecologistas habían protestado airadamente en su contra y una sentencia judicial resolvió, el pasado septiembre, que la celebración no se ajusta a las variedades de espectáculo taurino recogidas legalmente.
Este año, los organizadores de las fiestas de l'Ampolla, lejos de suspender los "bous a la mar", optaron por instalar una barrera extra a lo largo del recorrido del correbou para evitar la caída de los animales al agua. La medida no suavizó la tensión entre los animalistas y los aficionados al correbou y la entidad AnimaNaturalis denunció agresiones a profesionales que trataban de grabar imágenes de las corridas.
Apenas a una veintena de kilómetros de l'Ampolla, en Sant Jaume d'Enveja (Montsià), una persona resultó herida de gravedad el pasado fin de semana en otra celebración que tenía a los toros como protagonistas. En el marco de las fiestas que conmemoran la segregación de Tortosa y el nacimiento de Sant Jaume como municipio autónomo, un hombre quedó herido el sábado por la tarde durante lo que se conoce como el concurso de ganaderías. Cuando el último toro de la ganadería de Pedro Fumadó se retiraba de la plaza, un hombre de 67 años y vecino de Deltebre resbaló al toril. Los toros que se encontraban allí encerrados lo cornearon de manera repetida, lo acorralaron contra la pared y le causaron graves heridas en barriga y pecho. El hombre fue trasladado al hospital de Tortosa donde fue ingresado con diagnóstico grave. Precisó de tratamiento quirúrgico para suturarle un desgarro en la tripa pero no se apreciaron lesiones de consideración en órganos internos.
Las fiestas de Sant Jaume anunciaban como espectáculo estrella pruebas como "Desafío de bravura" entre vacas y toros, concurso de emboladores y la actuación del recortador José María Navarro, más conocido como “El Chipu”.
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