La izquierda valenciana reduce el poder municipal del PP a mínimos

La hegemonía municipal del PP en la Comunidad Valenciana es historia. Tras la constitución de los nuevos ayuntamientos, los populares, que ostentaban de norte a sur la gran mayoría de las alcaldías, solo tendrán tres referentes de importancia: Benidorm y Orihuela, sin mayoría absoluta, y Benicàssim.

La izquierda, por contra, ostenta desde este sábado las alcaldías de Valencia (Compromís) y Alicante, Elche y Castellón (PSPV en gobiernos de coalición) y la gran mayoría de ciudades de más de 20.000 habitantes. La pérdida de poder municipal del PP es de tal magnitud que en la provincia de Valencia mantienen el gobierno mayoritariamente en municipios de menos de 10.000 habitantes.

Municipios que el PP esperaba convertir en estandartes de gestión, como Gandia, Torrevieja y Nules, caen frente a coaliciones muy amplias. En Gandia, la socialista Diana Morant desaloja al popular Arturo Torró, que está implicado en la Operación Púnica, con el apoyo de Més Gandia (una marea que agrupa a la izquierda fuera del PSPV) y el único edil de Ciudadanos. El acuerdo del resto de grupos municipales, cuando Torró ya veía revalidada la alcaldía a falta de un edil para la mayoría absoluta, se ha visto facilitada por la implicación del edil popular en varios escándalos relacionados con la corrupción.

En Torrevieja, donde los populares también estaban a un edil de la mayoría absoluta, también se han visto sobrepasados por el cambio. Hasta siete partidos han votado como alcalde al ecologista José Manuel Dolón (Los Verdes), que dentro de dos años cederá la alcaldía a la socialista Fanny Serrano, para evitar que los populares retuviesen un Consistorio que han gobernado durante 27 años seguidos. En el municipio castellonense de Nules ha sucedido lo mismo, aunque en esta ocasión ha sido un cuatripartito el que ha optado por dar la vara de mando al candidato de un partido local. La única alcaldía que mantiene el PP, contra pronóstico, es la de Chiva (Valencia) donde dos de los votos con los que contaba el candidato de Compromís, la segunda fuerza más votada, han acabado en la cuenta popular. Una situación que ha provocado un pequeño escándalo a las puertas del Consistorio de este municipio de 15.000 habitantes.

La pérdida de los populares ha sido más sangrante por la decisión de Ciudadanos, donde tenía la llave, de apoyar a candidatos socialistas para acelerar la regeneración tras los numerosos escándalos de corrupción del PPCV, que lidera el presidente de la Generalitat en funciones Alberto Fabra. De los 452 municipios valencianos, el partido de Mariano Rajoy conservará 164 alcaldías, la gran mayoría en pueblos y pequeñas ciudades.

Los socialistas son los principales beneficiados de la marea de cambio, que gobernarán hasta 37 ciudades con más de 20.000 habitantes, con Alicante, Elche,Castellón, Gandia, Torrent y Alcoi como referentes. Entre todas las alcaldías que obtienen (un total de 226) también está la de Xàtiva, hasta ahora gobernada por los populares de Alfonso Rus, que no ha estado presente en el pleno que ha investido al socialista Roger Cerdà.

Compromís, con más de 90 alcaldías, se asienta en Valencia, que será su principal escaparate municipal tras 24 años marcados por la gestión personalista de Rita Barberá, y logra municipios importantes como Alzira, Oliva o  Sagunto. Los Verdes obtienen, además de Torrevieja, Villena por mayoría absoluta.