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Socialistas, Compromís y Podemos ya negocian el cambio político

Mònica Oltra se reúne con Carolina Punset y el PSPV-PSOE descarta cualquier fórmula de alternancia en la presidencia

Los negociadores de Podemos, Compromís y el PSPV-PSOE en su primera reunión.
Los negociadores de Podemos, Compromís y el PSPV-PSOE en su primera reunión.Mònica Torres

“El cambio a 20 años de dominio del PP bien podría esperar 20 días”, recitaba este miércoles, medio en broma, uno de los participantes en la negociación a tres bandas que el PSPV-PSOE, Compromís y Podemos iniciaron para lograr acuerdos concretos de cara a un programa de gobierno que encauce un cambio histórico en la política valenciana. Y se desmentía acto seguido el mismo negociador al afirmar que en la sociedad “existe la necesidad de llegar rápido a acuerdos”. Una sensación extendida en todas las fuerzas políticas llamadas a protagonizarlo.

Sobre la base de los cinco ejes que los líderes de las tres formaciones, -Ximo Puig del PSPV-PSOE, Mònica Oltra de Compromís y Antonio Montiel de Podemos-, decidieron en su reunión del pasado lunes (plan de choque contra la pobreza, medidas de lucha contra la corrupción, cambio de modelo económico, financiación autonómica y mejora de los servicios públicos), trabajarán las tres delegaciones, que se reunieron por primera vez en una sala de la sede de Compromís rotulada con el número 4 y sin aire acondicionado. Este primer encuentro, al que Compromís aportó un documento a modo de borrador, se prolongó durante cerca de dos horas y concluyó con el anuncio de que el próximo lunes se aprobarán ya medidas concretas en una reunión convocada esta vez en la sede de Podemos. "Entraremos en temas concretos y podremos cerrar la agenda de cambio", explicó Àgueda Micó, de Compromís, al término de la reunión.

Julián López, Miguel Soler, Ciprià Ciscar, Rosa Peris y Ana Barceló, por parte de los socialistas, llegaron los primeros. Ciscar, veterano político socialista que desempeña la secretaría de relaciones políticas en la ejecutiva de Ximo Puig, dijo que acudía "con la mejor actitud de llegar acuerdos" para hacer posible "el cambio que precisa la Comundiad Valenciana". Ciscar declinó pronunciarse sobre otra cosa que no fuera el "qué" de los cinco ejes marcados para la negociación.

Pasqual Mollà, Miquel Real, Lluismi Campos, Julià Àlvaro y Àgueda Micó se sentaron a la mesa en representación de Compromís. Micó, secretaria de Organización de Comprormís, actuó de anfitriona y declaró a los periodistas que su objetivo es "contribuir a crear una agenda de cambio para transformar la situación social y política del País Valenciano". Tras resaltar la necesidad de "llegar a acuerdos progresistas", se negó a hablar "sobre cualquier otra cosa que no sea el programa". "Antes de hablar de quién y de cómo hay que hablar de qué", sentenció.

Los últimos en llegar fueron Àngela Ballester, Emilia Noguera, Pau Belda y Ferran Martínez, por parte de Podemos. Ballester, miembro del Consejo Ciudadano de Podemos a escala estatal y la dirigente valenciana más cercana a Pablo Iglesias, apeló al "espíritu de cambio" y manifestó la voluntad de su partido de "buscar puntos de acuerdo, puntos de confluencia". Ballester evitó comentar si Podemos está dispuesto a integrarse en el futuro Consell o en qué condiciones podría hacerlo.

Los negociadores tienen encomendada la misión de lograr un pacto “que no sea el clásico acuerdo de partidos”, en palabras de un miembro de la dirección de Podemos. “No hay tiempo para juegos florales”, señalaba ese interlocutor, que se mostraba optimista porque “se están haciendo bien las cosas y hay sentido de la responsabilidad”.

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Foto de grupo de los negociadores antes de iniciarse la reunión.
Foto de grupo de los negociadores antes de iniciarse la reunión.Mònica Torres

Convencidos de que se avanzaría en el “qué”, los negociadores, según explicó un dirigente de Compromís, se adentrarán también en el “cómo”, es decir, en la forma de materializar políticamente el pacto, un aspecto en el que la coalición valencianista de izquierdas aspira a conseguir “un Gobierno de mayoría”, que no solo esté basado en los 55 diputados que reúnen las tres formaciones (23 el PSPV-PSOE, 19 Compromís y 13 Podemos) sino que las integre a las tres. Ahí se produce un punto de discrepancia con Podemos, que se inclina por limitarse al apoyo parlamentario. El partido que lidera Antonio Montiel, según sus reglas de funcionamiento, tendría que poner a consulta el eventual pacto de gobierno entre sus afiliados, mientras que eso no sería necesario en el caso de optar por el apoyo parlamentario.

La configuración de un Consell de la Generalitat con una cúpula, integrada por una presidencia y una vicepresidencia u otra fórmula similar, de fuerte liderazgo político, en cuyas consejerías se evitara la sensación se “reparto de carteras entre partidos”, mediante la incorporación de independientes en algún caso, allanaría las dificultades, no solo para reforzar su imagen unitaria, sino también a la hora de decidir el “quién”.

Es este último, hoy por hoy, el gran escollo a superar, dado que tanto el socialista Ximo Puig como Mònica Oltra, de Compromís, aspiran a presidir el nuevo Gobierno valenciano. Lo ideal, coinciden todos, sería que el día 11 de junio, cuando se constituyan las Cortes Valencianas, estén despejados todos los interrogantes. Aunque el mecanismo institucional otorga todavía dos meses de plazo a la investidura del presidente, las tres fuerzas implicadas son conscientes de que el Gobierno saliente, presidido por Alberto Fabra, del PP, ha dejado el terreno plagado de urgencias.

Àgueda Micó mencionó ante los periodistas este asunto y recordó que la primera votación de investidura está en principio prevista para el 16 de junio. Una sesión en la que el candidato o candidata debe obtener la mayoría absoluta de la Cámara.

Pocas horas antes del inicio de las negociaciones, que se produjo cerca de la siete de la tarde, el secretario de organización del PSPV-PSOE, Alfred Boix, replicó a unas declaraciones de la líder de Campromís, Mònica Oltra, en las que aludía a que se había barajado una fórmula de alternancia en la presidencia de la Generalitat a lo largo de la legislatura. "La presidencia es una cosa muy seria y debe estar respaldada con seriedad y estabilidad", aseguró Boix para descartar la idea.

Desde el PSPV-PSOE se volvió a insistir en que el partido que lidera Ximo Puig mantiene conversaciones con Ciudadanos porque quiere tener relaciones fluidas con todas las fuerzas parlamentarias. Un hipotético apoyo de Ciudadanos solo serviría a Puig para ser presidente con la abstención del PP, lo que hace inviable la maniobra, salvo que el líder socialista esté dispuesto a ponerse en manos del partido que todos, él el primero, quieren apartar del poder. Precisamente, la coordinadora general del PP valenciano, Isabel Bonig ofreció este miércoles sus votos "para quien quiera hablar".

La que mantuvo un contacto directo con Ciudadanos este miércoles fue Mònica Oltra, que se reunió a comer en un restaurante de Valencia con Carolina Punset, la dirigente valenciana del partido de Albert Rivera. Según trascendió, las dos constataron "una gran sintonía personal" y bastante coincidencia en la necesidad de reconvertir el modelo productivo valenciano hacia una economía sostenible, que dé importancia al ecologismo.

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