El futuro del PP pasa por Vitoria
Arantza Quiroga advierte de los pactos previos y de las apuestas soberanistas al presentar a sus candidatos a alcalde de las tres capitales
El PP vasco focaliza en Álava, y de una manera especial en el Ayuntamiento de Vitoria, su suerte política más inmediata. La continuidad de Javier Maroto en su alcaldía salvaría el reto ante unas elecciones locales y forales que le llegan en uno de los peores momentos para ensanchar su acotado granero en las urnas. "Antes teníamos que combatir contra el terrorismo y ahora tenemos que hacerlo contra la corrupción", se ha lamentado Miren Albistur, debutante como candidata de los populares en la capital guipuzcoana.
Consciente del margen de maniobra que le resta a su formación, la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga ha advertido sobre sus rivales de los pactos previos que presupone entre PNV y PSE-EE y del riesgo de "la matraca" soberanista que se produciría a partir del 24 de mayo "intentando buscan ese eterno encaje de Euskadi en España sin entender que ese anclaje ya está solucionado".
Así lo ha dicho durante el desayuno informativo del Fórum Europa Tribuna Euskadi en que los candidatos del PP a las tres capitales vascas han desgranado las líneas básicas de sus respectivos programas electorales. Pero Quiroga ha centrado sus críticas en el PNV, su enemigo más directo sin alusión alguna a Ciudadanos.
Para la presidenta de los populares vascos, "aquellos que ahora quieren erigirse como la alternativa a Bildu en Gipuzkoa cerraron la puerta hace cuatro años a la oportunidad de hacer una mayoría alternativa" para gobernar el territorio y su capital, y ha acusado a los jeltzales de poner en práctica una "estrategia partidista" y de preferir dejar en manos de Bildu las instituciones guipuzcoanas "aún a riesgo del atraso y de la pérdida de oportunidades que supone para el territorio".
Maroto exhibe su plan para configurar una "Vitoria social" y niega exclusiones
A esta línea crítica se ha sumado Luis Eguiluz al asegurar que no ve "aportación alguna" en los planteamientos del PNV con un proyecto "ensimismado y agotado y sin ideas, en un horizonte de una Euskadi independiente" para un Bilbao que, a su juicio, "languidece". El candidato popular ha sido el único en exhibir un programa editado que cada asistente ha recibido en su asiento como conclusión de la ronda de contactos mantenidos con los distintos sectores de la capital.
En su análisis, Eguiluz ha abogado por el espíritu del acuerdo para conseguir que "Bilbao lidere, no que mande". Sobre esta base ha recordado las aportaciones de Bilbao Ría 2000 - "con un 50% de participación del Estado español"- como pauta a seguir en infraestructuras del calado del "soterramiento del TAV", que ha defendido como clave para aprovechar sus usos urbanísticos. Eso sí, ha apelado a "pasar el cesto de la parroquia" en la búsqueda de aportaciones para sumar los 350 millones que restan para lograr la viabilidad de este proyecto.
Defensor de "una ciudad en medio de un parque", el candidato popular quiere llevar la expansión del Museo de Bellas Artes para así ofrecer al público los fondos ahora guardados y dotar de propuestas concretas a cada uno de los barrios.
Albistur, en cambio, se ha centrado en la falta de soluciones para las necesidades de San Sebastián que ha detectado en los últimos ayuntamientos de PSE y Bildu coincidentes con sus ocho años de asesora del grupo municipal del PP. "Ha sido un tiempo perdido", ha dicho tras recordar sus experiencias críticas con un tipo de política que no comparte.
A su vez, ha abogado por convertir la capital guipuzcoana en el "Oxford vasco" por el potencial de sus universidades al tiempo de reclamar una "apertura de mentalidad". Esta nueva candidata ha recordado a quienes encabezaron las listas populares en anteriores etapas, pero con una mención cálida y extensa hacia "el compromiso" de la veterana concejala donostiarra María Jesús Usandizaga, presente en la conferencia.
Pero Javier Maroto ha elevado el interés. Con una intencionada presentación en euskera, mientras sus compañeros solo ha empleado el castellano desde el saludo, el alcalde de Vitoria ha remarcado con ahínco cada uno de los aspectos determinantes para su suerte en las elecciones. Bajo el principio general de que "he cumplido lo que prometí", no ha permitido que quedara duda alguna sobre sus actuaciones más polémicas. "Cuando digo que voy a bajar los impuestos, es que voy a bajar los impuestos y voy a bajar todos los impuestos", ha subrayado con un tono tan expresivo como contundente.
En el recorrido de su gestión ha apelado a los acuerdos entre diferentes como la adjudicación del servicio de limpieza -en la que PP ha coincidido con el resto de partidos y sindicatos-, así como en la proyección de la capital alavesa. No obstante, su carga de profundidad ha llegado de la mano de su proyecto de una "Vitoria social" y del ejercicio de transparencia conseguida.
Al relatar sus conquistas, Maroto se ha felicitado por el hecho de que, a pesar de "todas las zancadillas" que se han puesto, se hayan logrado las firmas necesarias para presentar la Iniciativa Legislativa Popular para exigir "más ayudas pero sin abusos". Pero ha advertido en clave electoral que "los que se han opuesto a este debate van a intentar tirar esas firmas a la papelera" si no obtiene "un respaldo mayoritario".
Consciente de "las muchas barbaridades" que se han dicho de él, Maroto ha insistido en que "el color de la piel no hace a nadie mejor ni peor" y en que "cualquier persona que quiera venir a trabajar e integrarse" tiene "todo" su apoyo, aunque ha lamentado que "otros partidos" hayan optado por "tergiversar" sus palabras sobre este delicado asunto. Eso sí, ha destacado que Vitoria es el único ayuntamiento vasco que "da ayudas" por razones energéticas y de hambre, incluso complementa las prestaciones a las que no llega el Gobierno.
A diferencia de Quiroga, el alcalde vitoriano ha advertido de que "un voto a Ciudadanos puede dar el triunfo a EH Bildu". Eso sí, Maroto ha sido explícito en aislar al PP vasco del ámbito de corrupción al asegurar que ninguno de sus cargos está inmerso en proceso alguno "a diferencia del resto de partidos que no pueden decir lo mismo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.