Un susurro grandioso
El joven albaceteño se comporta como un sabio ilustre y sutil en el que confluyen lo mejor de Wainwright, McCartney o Divine Comedy
Imposible mejorar el titular que apuntó Jorge Drexler desde el escenario de El Sol. “Jacobo es el gladiador del silencio”, piropeaba el uruguayo a este albaceteño tímido que se fogueó en los garitos londinenses y ahora constituye el tesoro acaso más asombroso que esconden las calles de Madrid. Jacobo Serra ordenó el miércoles que se atenuaran las luces de la sala y ofreció un concierto sutil, recogido, proclive al detalle y la preciosidad. Parece cantar a media voz y a veces ni se molesta en acercarse al micrófono. Pero ese cuerpo menudo es capaz de proyectar un borbollón de colores y timbres, un susurro grandioso que inundaba cada rincón de la estancia.
Atinan quienes perciben en Serra la huella de un Rufus Wainwright rebajado de manierismo, pero pueden rastrearse también otras enseñanzas ilustrísimas: Divine Comedy, Ron Sexsmith, Buffalo Springfield, Autumn Defense. “¿Todo lo que ha tocado hasta ahora es suyo?”, se preguntaba a medio concierto un espectador neófito, receloso de que en un cancionero tan fascinante no se hubiera deslizado algún título ignoto de, imaginemos, Paul McCartney o Neil Young. Con solo un EP y un reciente álbum (Don’t give up) en el catálogo, Jacobo produce esa inaudita sensación de maestría: le brotan las canciones como a un sabio ilustre, aunque el pudor le lleve a encoger los hombros o no saber qué demonios hacer con las manos cuando no abraza su guitarra.
Juanma Latorre, guitarrista de Vetusta Morla, salpimentó On and on, el título más contagioso de la noche, y Leonor Watling pasó de puntillas sobre Never gone. Pero lo mejor fue ese Just a kiss del trío entre el público y las dos piezas junto a Drexler, la hermosísima Fly away y Soledad. Por cierto, Jacobo puede seguir componiendo en el idioma que le plazca, pero su garganta también emite sonidos maravillosos en castellano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.