EH Bildu responderá al PNV sobre paz y convivencia tras las elecciones
Ambas formaciones admiten sus diferencias estratégicas en un clima de recelo mutuo
EH Bildu responderá al PNV en materia de paz y convivencia después de la vorágine electoral. Una vez recibido el segundo documento de trabajo sobre las exigencias del suelo ético para reactivar la ponencia parlamentaria, la izquierda abertzale ya no quiere focos ni “filtraciones periodísticas”, sino “una voluntad de trabajar en firme”. Ambas partes se miran de reojo porque saben que el objetivo inmediato son los comicios locales del 24 de mayo. El PNV replica que en ningún momento han aireado el cruce de informes sobre el suelo ético.
EH Bildu interpreta, en cambio, que el PNV “ha jugado al despiste” con el trasiego de los documentos sobre paz y convivencia. “Han buscado esta polémica porque se sentían incómodos por los casos que han salido en Gipuzkoa con Bidegi y en Álava con De Miguel y así querían disponer de un elemento de distracción porque se cuestiona lo que siempre vienen diciendo de su buena gestión”, opina una fuente de la coalición soberanista. En el PNV, sin embargo, el análisis es mucho más sencillo y lo atribuyen a un “propósito de atacarnos sin más porque se sienten muy nerviosos de cara a las elecciones, donde su único objetivo es ganarnos", reconocen en el EBB.
Las divergencias públicas entre PNV y EH Bildu (Sortu, principalmente) no agradan a ninguna de las dos partes porque entienden que sus respectivas bases se incomodan. No obstante, las dos formaciones admiten que “hay motivos de fondo” para mantener su actual distancia ideológica. De hecho, la izquierda abertzale sostiene que los nacionalistas “están atados a sus pactos en Euskadi con el PSE y en Madrid con la idea de la reforma constitucional que no saben por dónde va a salir”. Por esto, consideran que así es “casi imposible” encontrar un punto de encuentro.
El PNV argumenta que EH Bildu, “incluso de la mano del PP”, ha hecho “un espectáculo lamentable” en Gipuzkoa y “es fácil de entender” que así solo pretenden “imposibilitar cualquier acuerdo”. La coalición, a su vez, rebate con el argumento de que “solo han utilizado amenazas en lugar de dar razones y datos, que es lo que se les pedía en las comparecencias sobre Bidegi”.
Ahora mismo, no hay relación alguna entre ambas direcciones, más allá de la cortesía. EH Bildu tiene en su poder el documento corregido del PNV sobre paz y convivencia después de la semana y media de disputa pública sobre quién filtró el primer texto de debate. “La pelota está en su tejado y esperamos su respuesta”, admiten desde el EBB. Esta formación no olvida cómo los independentistas llegaron a confabular que el PNV les había ofrecido un acuerdo a cambio de olvidar las denuncias de supuesta corrupción para posteriormente desmentirlo “porque todo era falso”.
Por contra, la coalición soberanista se aleja de estos incómodos escenarios y sitúa la confrontación en la diferencia ideológica. De entrada, medios abertzales aseguran que “no vamos a llevar al debate público cuándo vamos a devolver nuestras aportaciones al informe”. No lo harán “en medio del tiempo electoral”. Además, recuerdan que su idea es “buscar acuerdos con otras fuerzas y no solo con el PNV”. Por lo tanto, es fácil concluir que la Ponencia de Paz y Convivencia seguirá en el mismo punto muerto por las discrepancias sobre el suelo ético.
Así, PNV y EH Bildu admiten la voluntad de “seguir hablando”, pero las diferencias que exhiben hacen imposible siquiera un mínimo entendimiento. La izquierda abertzale atribuye la controversia “a los condicionantes” que tiene el PNV para hacer una política de “auténtico compromiso con una nueva realidad de país”, mientras la dirección peneuvista valora que las críticas recibidas obedecen simplemente “al nerviosismo que existe en las bases de EH Bildu por las listas y por sus ansias de derrotarnos difundiendo todo tipo de improperios”.
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