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De empresario a ‘narco’ confeso

La Policía Nacional descubre 1.735 plantas de marihuana en un chalé de lujo de Villaviciosa de Odón perteneciente a un comerciante de muebles de cocina

F. Javier Barroso
Plantación de marihuana en el sótano del chalé de Villaviciosa.
Plantación de marihuana en el sótano del chalé de Villaviciosa.policía nacional

Cuando José María B. G., un próspero empresario de 45 años afincado en Villaviciosa de Odón, vio venir a los agentes de paisano, sabía que algo no iba bien. Se bajó de su todoterreno Audi Q-7 y empezó a dar vueltas alrededor de él. Intentó disimular, pero de poco le sirvió. Sus nervios terminaron de delatarle. “Buenos días, ¿podría enseñarnos su documentación?”, le dijeron los agentes. La sorpresa llegó cuando abrieron el maletero y vieron que dentro había una bolsa termosellada de cogollos de marihuana que pesaba con 300 gramos, junto a otra más pequeña con dos cogollos.

Los agentes sospecharon de José María B. G. porque les resultaba que un coche de lujo pudiera estar estacionado cerca de una conocida discoteca del Mercado Puerta de Toledo en horario comercial. Los policías del Grupo I de la Brigada Central de Crimen Organizado estaban vigilando las llamadas tiendas grow de la capital, en las que se venden entre otros productos semillas de marihuana. En sus vigilancias, se percataron de la presencia de este hombre en los alrededores de dos comercios de estas características que hay en el Rastro. “Nos llamó la atención la actitud sospechosa, evasiva, que tenía en todo momento”, explica el responsable del Grupo I, el inspector Rubén Jiménez.

Cuando José María B. G. fue arrestado, llevaba 600 euros en efectivo. Fue trasladado de inmediato a la sede de la Comisaría General de Policía Judicial, en Canillas. “Desde el primer momento, colaboró con nosotros”, reconoce Jiménez.

Los agentes descubrieron durante el interrogatorio que el material aprehendido era solo una pequeñísima cantidad de lo que quedaba por descubrir. El propio empresario les facilitó la entrada y registro a su domicilio, ubicado en la urbanización El Bosque, por lo que no requirieron mandato judicial. Se trata de una vivienda de lujo valorada en más de 1,5 millones de euros con una llamativa fachada y bastante parcela.

El arrestado, de 45 años, tenía

Sin embargo, lo más importante para los investigadores de la llamada Operación Grou estaba oculto. Y muy oculto. El sótano, de unos 400 metros cuadrados, había sido preparado de manera especial para acoger una macroplantación de marihuana. En concreto, se había aislado la planta inferior y se le había dotado de 55 focos de luz muy potente para un crecimiento rápido de las plantas. Además, había grandes ventiladores diseminados por la planta para renovar el aire y que no se notara tanto el característico olor desde fuera de la casa. Para ello, se habían colocado llamativos tubos de extracción de aire.

Los agentes investigaron a José María B. G. y comprobaron que tenía al menos ocho sociedades distintas a su nombre. Entre ellas, las más importantes se dedicaban a la venta de muebles de cocina, pero también había algunas empresas con un amplio objeto social, como la compraventa de inmuebles o de fincas.

El sótano tenía una bolsa similar a la encontrada en el maletero, pero en esta ocasión con 540 gramos de cogollos. También encontraron seis botes de cristal en el que se había metido la marihuana para intentar fabricar hachís. El precio de este último estupefaciente es superior a los cogollos. El kit de la plantación se completaba con fertilizantes y máquinas de termosellado.

Las plantas serán remitidas a los laboratorios de Sanidad de la Comunidad de Madrid, para que extraigan una muestra de los cogollos para analizar la cantidad de tetrahidrocannabinol, la sustancia psicoactiva del cannabis. Una vez sacada la media de su potencial, las plantas se destruirán. Ahora mismo, están depositadas en las dependencias de la Comisaría General. La esposa y el hijo del empresario no fueron arrestados.

La policía cree que el detenido estaba empezando negocios con conocidos empresarios de la noche. En concreto, están investigando si iba a montar un club de alterne bajo la apariencia de asociación de caza. Concretamente, estaban buscando un local en la calle del Profesor Waksman, cerca del paseo de la Castellana.

Aficionado a la caza, los agentes hallaron la cabeza y el cuello de una jirafa disecada en el chalé. Las patas del animal las había utilizado para hacer una especie de botelleros. Los agentes le incautaron un revólver y una pistola detonadora, además de munición del 9 milímetros parabellum. El arrestado tenía varias escopetas que no le fueron decomisadas, ya que tenía licencia de armas para ellas.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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