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El Museo Picasso quiere crecer a través del Palau Cervelló

El edificio gótico del siglo XV fue sede de la Galería Maeght entre 1974 y 2012

José Ángel Montañés

El Museo Picasso de Barcelona no para de crecer. Lo ha hecho desde que abrió sus puertas en 1963 en la casa-palacio gótico de los Aguilar, en el número 15 de la calle Montcada, uno de los ejes con mayor número de edificios medievales de arquitectura civil de toda la ciudad. En 1970 llegó la anexión del palacio Baró de Castellet y luego del palacio Meca (números 17 y 19). En 1999 una nueva ampliación sumó la casa Mauri y el palacio Finestres (en los número 21 y 23). En total cinco casas-palacios de los siglos XIII y XIV (reformados todos en el XVIII) que configuran el actual museo barcelonés, uno de los más visitados cada año en la capital catalana atraídos por la obra que creó el genial pintor malagueño.

Pero los más de 11.000 metros cuadrados y las 22 salas de exposiciones permanente actuales del Picasso no son suficientes. Por eso, el Ayuntamiento de Barcelona, propietario del museo, quiere que siga creciendo. Así lo dejó claro el concejal de Cultura Jaume Ciurana esta semana durante la presentación del balance de la legislatura en materia cultural. “El museo necesita crecer para ordenar la visita de los pisos inferiores, hacer la visita más cómoda y ganar metros para las exposición permanente, además de instalar una cafetería”, explicó Ciurana, que remarcó su idea de que la calle Montcada se convierta en “un eje de referencia museístico”.

Y lo pretende hacer de la forma más natural. Ocupando el número 25 de la calle. Según ha podido saber este diario, el Ayuntamiento mantiene contactos con los propietarios del Palacio Cervelló para incorporarlo al museo. El edificio, también llamado Casa dels Giudice por la familia de comerciantes genoveses que se instaló en él en el XVIII, es una construcción de fachada gótica del XV que se reformó ampliamente en el siglo siguiente. Está construido alrededor de un magnífico patio interior presidido por una escalera cubierta llena de elementos, como columnas, capiteles y molduras renacentistas.

“Se ha hablado con los dueños. La idea es poder comprarlo o llegar a un acuerdo de alquiler, por ejemplo de 50 años con derecho a compra, que permita realizar la intervención que necesita el edificio”, aseguran fuentes del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), que conocen directamente las negociaciones con los propietarios del vetusto inmueble, la familia Fontcuberta i Juncadella, marqueses de Villalonga y de Marianeo y condes de Solterra, entre otros títulos nobiliarios.

La familia propietaria, que es Grande de España, es también la dueña del Palau Dalmases, el edificio, en el número 20 de la misma calle, justo en frente del Palau Cervelló, tras la unión a comienzos del siglo XX de las dos familias por el enlace entre Carlos de Fontcuberta y Maria del Carmen Dalmases. El palacio Dalmases, que conserva importantes pinturas barrocas en su planta noble, abre su patio y planta baja para cenas y espectáculos de flamenco y ópera.

El Ayuntamiento estaría interesado en el palacio Cervelló para impedir que se instale algún tipo de negocio poco relacionado con la cultura que altere su intención de convertir la calle Montcada en un eje museístico y cultural para la ciudad.

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Pero las negociaciones pueden toparse con un obstáculo inesperado. La planta baja del edificio donde estuvo instalada la prestigiosa galería de arte Maeght entre 1974 y 2012, “un hito en el galerismo barcelonés convertida en un centro de gravedad de la vida cultural de la ciudad sobre todo en sus primeros 15 años”, según Jaume Vidal, experto en el mundo de las galerías barcelonesas, está a punto de ser alquilada al módico precio de 25.000 euros al mes para instalar una nueva galería de arte. La inmobiliaria que ha llevado la operación, que no facilita el nombre de su cliente ni el periodo que lo tendrá alquilado, asegura que la reserva de estos 1.500 metros cuadrados de la calle Montcada está hecha desde hace unos meses pendiente de cerrar el acuerdo definitivo. Lo que sí está claro es que los responsables de esta galería tendrán que invertir una buena suma de dinero para poner al día este edificio necesitado de una buena intervención para garantizar su supervivencia.

Con todo, el Palacio Cervelló no es el único espacio por donde puede crecer el museo barcelonés tal y como reconoce el propio Ciurana. “No tiene que ser un crecimiento contiguo”, asegura el concejal. La misma inmobiliaria que ha comercializado el palacio Cervelló tiene en cartera otro local en la misma calle de 185 metros cuadrados. Está situado justo enfrente del Museo Picasso y se alquila por 8.000 euros al mes.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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