Fernando VII, el musical

“Es una bomba previa a las elecciones; una obra cuyo tema es España, Dios, patria, rey y nacionalismo”, dice el dramaturgo Íñigo Ramírez de Haro. Esta comedia musical (en el Teatro Español hasta el 19 de abril) trata sobre las vicisitudes del reinado de Fernando VII (1784-1833), probablemente, el rey más retratado y odiado de la historia del país, y de sus múltiples conexiones con la España actual. De hecho, en ella, además de los históricos Carlos IV, Napoleón o la reina María Cristina, aparecen Pablo Iglesias, Felipe VI o la reina Letizia, tal vez por primera vez en una ficción sobre las tablas. Todo ha cambiado pero todo sigue igual.

Pero vayamos por partes. Respecto a Dios: “España creó la Inquisición y seguimos bajo su yugo. Esta es la única marca España; la mancha de España”, dice el dramaturgo. Ramírez de Haro es también autor de la polémica obra titulada Holy Shit (Me cago en Dios), que se estrenó hace 10 años en el Círculo de Bellas Artes. “Recibí 3.300 denuncias de cristianos, pero el juez sobreseyó el caso”, explica. El autor, recordémoslo a modo de anécdota, es cuñado de Esperanza Aguirre y diplomático en Belgrado. “No me nombraron embajador, ni socialistas ni populares, por lo que había escrito. Me lo dijo Margallo en Nueva York. Sigue funcionando la Inquisición”.

Respecto a la patria: durante todo el reinado de Fernando VII (que aquí interpreta Fernando Albizu) se vivieron enconados conflictos entre absolutistas y liberales, por ejemplo cuando el rey derogó la Constitución de Cádiz y restauró el absolutismo. “Es el creador de las dos Españas, la derecha y la izquierda. Desde entonces, ha habido guerras civiles. La pregunta es: ¿cuándo se declarará la siguiente?”. Otro paralelismo con la actualidad son las luchas dentro de la izquierda, que en aquella época sucedían entre moderados y exaltados y, ahora, mutatis mutandis, entre PSOE, IU y Podemos.

“Respecto al Rey: en otros países, como Francia o Inglaterra, guillotinaron a sus reyes y permitieron la modernidad. Aquí no se guillotinó a ningún Borbón”, dice el autor. En la obra se compara el conflicto entre Fernando VII y su antagonista, el general Riego, jefe exaltado cuyo pronunciamiento, en 1820, inició el Trienio Liberal y restableció la Constitución, con las figuras del actual rey y Pablo Iglesias. En 1823 se restauró el absolutismo gracias a la intervención de los Cien mil hijos de San Luis y comenzó la Década Ominosa, cuyo nombre lo dice todo.

Y respecto al nacionalismo: “Quiero destruir el mito de que el nacionalismo catalán empezó en 1714; en aquella época los catalanes vitoreaban al rey absolutista”, dice Ramírez de Haro. “El nacionalismo surge después, a finales del XIX, y de algo más reaccionario como es el carlismo: más Dios, más rey, más Inquisición”.

La dirección musical, composición y letras de esta farsa contemporánea corren de la mano de la compañía Ron Lalá, mientras que la dirección de escena es de Juan Ramos Toro, de la compañía Yllana. Pero, ¿por qué un musical? “Quería un espectáculo para todos los sentidos, incluido el pensamiento”, dice el autor. “Estoy muy familiarizado con las obras de Broadway y con musicales espectaculares que cuentan historias livianas como El Rey León o La Cenicienta. Quería un musical, pero uno que tuviera una historia muy fuerte detrás”.