Sánchez vaticina que Díaz abrirá el camino al “cambio seguro” en España

Todo el esfuerzo ya está hecho para convencer a cuantos más mejor, pero socialistas y populares, los partidos tradicionales cuya hegemonía amenazan las formaciones nuevas, apelaron en el último día de campaña, de manera enfática, a sus votantes de siempre para aguantar el envite de los emergentes. Sevilla ha sido este viernes la capital política del país, y allí se han desplazado los líderes nacionales de las principales formaciones para apoyar a sus candidatos a la presidencia de la Junta de Andalucía.

Por segunda y última vez en la campaña, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha compartido mitin anoche con la candidata socialista, Susana Díaz, en el pabellón polideportivo de la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla. En un ambiente de entusiasmo muy distinto al que se vivió hace tres años —cuando las encuestas pronosticaban la derrota socialista—, unas 5.000 personas aclamaron a los dos líderes socialistas al grito de presidente y presidenta. Sánchez no ha dudado de que Díaz tendrá una “victoria aplastante” el próximo domingo que será preludio del cambio de ciclo político en España.

Al contrario que en Almería, el discurso de Sánchez no ha incluido en esta ocasión una mención expresa de la necesidad de tejer una alianza entre los dos —él en la Moncloa y ella en San Telmo—, una oferta a la que Díaz ha respondido hasta ahora con el silencio porque ella no está en “líos de partido”. La candidata socialista ha reclamado en el último mitin de campaña el apoyo de sus votantes para tener un Gobierno “estable y sin depender de nadie” y para abrir “los mejores años” de Andalucía, comunidad gobernada de manera ininterrumpida por el PSOE en los últimos 33 años. Díaz ha asegurado que a partir del domingo asumirá una gran responsabilidad y que el “gran salto” que pretende pilotar no lo parará “ni Rajoy ni nadie”.

Como siempre que ambos coinciden en un acto, todo el mundo observa con una atención especial las palabras que ambos líderes se dirigen y los gestos de afecto. El líder federal socialista ha centrado casi toda su intervención —más breve que la de hace una semana— en la gestión de los socialistas andaluces.

Sánchez ha considerado a Díaz un “baluarte” frente a la derecha que tanto dolor, según él, ha causado en España. E hizo bandera de la gestión de los socialistas —que han gobernado durante casi tres años en coalición con Izquierda Unida— en la legislatura pasada.

El líder del PSOE se ha mostrado muy orgulloso de las políticas puestas en marcha por la Junta de Andalucía que, según opinan los socialistas, prueban que “otra forma de gobernar es posible” frente a los recortes del Gobierno del Partido Popular. Sánchez lo ha reconocido con estas palabras: “Todos los grandes avances que se han hecho en Andalucía llevan el nombre del PSOE y el presente y el futuro de Andalucía tiene el nombre de Susana Díaz”. Ante los que le reclaman dentro de la federación andaluza que mire más a Andalucía y ponga como ejemplo las políticas socialistas en esta comunidad, Pedro Sánchez ha afirmado: “Miramos todos los días al sur, porque sois el referente de muchas cosas”.

El líder socialista no tiene ninguna duda de que este domingo los resultados serán favorables a Susana Díaz ni de que este triunfo será el primero de los que vendrán después. Todas las encuestas publicadas coinciden en que el PSOE andaluz será el más votado y que recuperará el primer puesto entre las preferencias de los electores que perdió hace tres años.

Mientras Díaz ha sostenido que la jornada del domingo será “histórica” y toda la campaña ha dicho que el PSOE ganará “bien, mejor de los que algunos creen”, Sánchez ha vaticinado que será una “victoria aplastante que pondrá en marcha el cambio seguro en el conjunto del país y que tanto demanda la sociedad española”.

Tras las andaluzas del 22 de marzo, un total de 13 comunidades autónomas renovarán sus Parlamentos y Ejecutivos autónomos dentro de dos meses, así como todos los Ayuntamientos del país. Los socialistas andaluces siempre han evitado cuantificar en público el número de diputados que marcaría su éxito, pero al inicio de la campaña acariciaban los 50, tres más que ahora y a cinco de la mayoría absoluta. En la recta final esta cifra se consideraba muy difícil de conseguir.

Sánchez ha hecho en su discurso un guiño a los sevillanos Felipe González y Alfonso Guerra, dos “gigantes” que en su opinión renovaron el PSOE y modernizaron España. Los dos han estado ausentes en esta campaña electoral en todos los sentidos. No han participado en ningún mitin, ni la candidata socialista los ha citado en ningún momento, pese a que mencionar sus nombres en los actos del PSOE de Andalucía provoca el aplauso espontáneo de los asistentes.

En el capítulo de reproches, Sánchez ha censurado al Partido Popular por carecer de un proyecto de país y “repudiar” la igualdad. “La derecha siempre confunde patria y patrimonio, como Montoro que está más preocupado por justificar el fraude fiscal que por perseguirlo”, ha dicho el líder del PSOE en el pabellón sevillano.

La candidata ha insistido de manera apasionada en el cierre de campaña en ligar el 22 de marzo con la efervescencia autonomista de 1980 cuando Andalucía apostó el 28-F por su autogobierno por la misma vía que la reservada para las comunidades autónomas, por el “camino de la igualdad”, ha asegurado. Díaz ha apelado a sus orígenes humildes y a su autonomía política: “Solo me debo a los andaluces y cuando me vaya me iré a mi barrio con mi gente y a sacar adelante a mi hijo. No tengo miedo a nada”.