Desalojado el asentamiento de subsaharianos en los antiguos Encants

La Guardia Urbana ha empezado a primera hora de este miércoles el desalojo del asentamiento de la plaza de les Glòries de Barcelona, ubicado en una propiedad del Ayuntamiento, en el que vivían y trabajaban desde hace unos meses medio centenar de inmigrantes de origen africano y latinoamericano, principalmente subsaharianos. El desalojo se ha desarrollado en medio de un gran despliegue policial en el que intervienen al menos seis furgones y otros cinco vehículos policiales.

Desde las 11 de la mañana, los habitantes han comenzado a sacar sus enseres del poblado y los están acumulando en una esquina. Sacan de todo: desde cocinas y encimeras, hasta carros llenos de maletas, electrodomésticos, cuadros, bicicletas o lámparas. El asentamiento se dividía entre un pequeño mercado en la entrada; un pasillo de acceso; una zona con cocinas; y un patio en torno al que el colectivo había levantado chabolas y acumulaba material para vender. "Esto es muy injusto. Aceptamos no tener papeles, pero por lo menos que nos dejen sobrevivir y buscarnos la vida, no robamos a nadie", gritaba Mamadou.

El espacio desalojado es colindante con la plaza provisional que se inaugurará el día 28

La salida forzosa de los habitantes del poblado se produce mientras decenas de operarios trabajan en el lado montaña de la plaza para terminar la urbanización provisional, que será inaugurada el próximo día 28 por el Ayuntamiento con una fiesta popular. A pocos metros del cordón policial hay trabajadores instalando columpios, pintando el suelo, o haciendo zanjas en los parterres que convertirán la zona en una plaza mientras duren las obras de soterramiento de la Gran Via entre las calles de Castillejos y Badajoz. El espacio que ocupan las naves es colindante con lo que será la urbanización provisional y el Ayuntamiento ha anunciado hoy que cuando finalice el "operativo se iniciarán las tareas para derribar la estructura existente".

La ubicación exacta del poblado corresponde a lo que fue el Bar Museo y uno de los almacenes de los antiguos Encants. En el momento de entrada los agentes, en el poblado había 45 personas, según ha informado el Ayuntamiento. De estas, 24 han sido atendidas in situ por los servicios del Centro de Urgencias y Emergencias de Barcelona. 14 han solicitado alojamiento para esta noche.

Desde la Red de Apoyo a los Asentamientos, el abogado Andrés García Berrio ha explicado que si no todos han aceptado es porque necesitan espacio para ganarse la vida acumulando la chatarra que después venden y ha reclamado al consistorio "un plan integral más allá de parches puntuales". La situación de estos inmigrantes es muy compleja: la mayoría están en situación irregular y arrastran varios desalojos a sus espaldas: de asentamientos anteriores como el de la calle de Puigcerdà. Otros habitantes del poblado no han sido atendidos porque no se encontraban en el poblado cuando la policía ha llegado por la mañana: habían salido de madrugada a buscar chatarra, como ha explicado Cheik Tidiane, senegalés, que se ha encontrado con el poblado acordonado. García Berrio también ha exigido al consistorio "que no criminalice al colectivo con un dispositivo policial que da la imagen de que están delinquiendo".