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La Diagonal ultima su reforma

El tráfico sufre restricciones por la pavimentación de la calzada central

Obras en la Diagonal este sábado.
Obras en la Diagonal este sábado.GIANLUCA BATTISTA

Después de años de luchas políticas, de proyectos olvidados y hasta de una consulta ciudadana que provocó un terremoto en el anterior Gobierno municipal encabezado por Jordi Hereu (PSC), la avenida Diagonal ultima su acicalado. Las obras para acabar la reforma del tramo de la Diagonal entre paseo de Gràcia y la plaza de Francesc Macià, la parte alta de la avenida, están a punto de terminar. Este fin de semana el Ayuntamiento pavimenta los seis carriles centrales de esta zona, lo cual provoca restricciones al tráfico.

A causa de estas obras, el tráfico en la avenida está cortado totalmente de entrada a la ciudad a partir de Francesc Macià, mientras que de salida habrán dos carriles habilitados. Los laterales permanecen abiertos, aunque el Consistorio recomienda que solo se utilicen para trayectos de “proximidad”. Además de restricciones a los vehículos privados, tanto el sábado como el domingo entre las 8.00 y las 20.00 se verán afectadas la líneas de autobús H8, V17, 6, 7, 22, 24, 33, 34.

Las obras para completar la reforma de este tramo de la Diagonal aún durarán 15 días, asegura un portavoz del Ayuntamiento. El Gobierno municipal quiere terminarlas antes del próximo 22 de marzo, fecha en la que se comenzará a cerrar al tráfico de nueve de la mañana a cinco de la tarde los carriles laterales de la Diagonal y el paseo de Gràcia para uso ciudadano. En un principio, el Consistorio quería iniciar esta experiencia el domingo anterior, pero la coincidencia con el maratón de la ciudad hizo retrasarla una semana.

Según publicaba ayer La Vanguardia, los 16 domingos desde el próximo 22 de marzo hasta el 28 de junio el Ayuntamiento habilitará los laterales de ambas calles en los que se celebrarán actividades conciertos o exposiciones al aire libre en ambas calles.

El proyecto tendrá un coste de cerca de 370.000 euros. Ayuntamiento, según un informe de la comisión consultiva de Hábitat Urbano, prevé gastar 80.000 euros en cuatro conciertos. Asimismo, se destinarán 66.000 en mobiliario; 96.000 para actividades deportivas e infantiles; 32.000 en personal y otros 32.000 en “dinamizadores” para organizar rutas guiadas, paseos en bicicleta y patines, y 16.000 en montar bibliotecas al aire libre. El presupuesto previsto por el Ayuntamiento lo completan los casi 49.000 euros para la compra y colocación de vallas para cerrar el tráfico.

Las actividades, según el informe, se detendrán los meses de julio y agosto, tiempo en el que el Ayuntamiento evaluará cómo se han desarrollado estos 16 domingos y se decidirá cómo se vuelven a empezar en septiembre.

Un portavoz del Gobierno municipal dice que el informe “es viejo, de hace unas semanas” y que aún están por definir las condiciones del cierre de los laterales. “No sabemos ni cuántos domingos, ni qué horario, ni qué actividades se harán, porque estas dependen de otros sectores, no solo del Ayuntamiento, ni mucho menos lo que costará”, afirmó.

El líder del grupo municipal del PP, Alberto Fernández Díaz, considera “desproporcionado” gastar 370.000 euros en estas actividades. “Los barceloneses no quieren que la Diagonal sea un camping”, asegura.

Los populares, que apoyaron al Gobierno municipal para dar luz verde a la reforma, piden a Trias que introduzca cuatro cambios: “Garantizar el giro de los coches, mejorar el acceso a las personas con discapacidad o silla de ruedas a las paradas de autobús, modificar las baldosas que puedan provocar resbalones y establecer un carril bici que sea más seguro para ciclistas, con una verdadera separación con los coches”.

Cuando tomó el mando de la ciudad, Trias se mostró partidario de posponer la reforma de la Diagonal a un hipotético segundo mandato. Pero la presión de los comerciantes de la zona y del PP hicieron que encarara las obras. Eso sí, olvidándose del tranvía, una decisión muy criticada por las entidades sociales de la ciudad. Después de haber construido más de 29 kilómetros de las dos líneas (la del Baix Llobregat y la del Besòs), Trias decidía no incluir el tramo de poco menos de cuatro kilómetros que tendría que unirlas a través de la Diagonal, tal y como preveía el proyecto inicial.

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