EH Bildu confía en incorporar a Podemos a la vía del derecho a decidir

Sin que le escuchara ningún representante de otro partido político, Hasier Arraiz ha aprovechado su presencia en la tribuna del Fórum Euskadi para reiterar que la apuesta por el derecho a decidir es el eje central sobre el que pivota toda el argumentario de la izquierda abertzale. Y, además, que está sola en su defensa de este principio, pero a la espera, sobre todo, de que Podemos se incorpore al empeño tras comprobar el desafecto de partidos como PNV, principalmente, y PSE-EE. A los socialistas, de hecho, les advirtió del riesgo de caer en la marginalidad si mantienen su actual política.

Desde el primer minuto posterior a su saludo, Arraiz empezó a desgranar en su intervención el proceso "unilateral" presentado por EH Bildu el pasado 24 de enero, en Irún (Gipuzkoa), para abrir un proceso constituyente que desemboque en la independencia. El presidente de Sortu descartó que esta propuesta surja como un atractivo electoral hasta el punto de no marcarse una fecha para su conquista, quizá consciente de la dificultad que entraña por el escaso eco recibido. Según dijo, se trata del momento propicio porque el Estado "tiembla" ante la apertura de un proceso constituyente en el País Vasco y Cataluña.

En ese contexto, Arraiz -con referencias distendidas a la ausencia del fiscal del País Vasco animó a procurar nuevas sinergias entre los procesos constituyentes que se avecinan en el Estado español y que, según sus previsiones, "harán saltar por los aires todos los cerrojos del 78", en alusión a la Constitución y al acuerdo político de la Transición. Eso sí, la izquierda abertzale sostiene que "un escenario real de paz y de democracia para Euskadi solo es posible fuera del Estado español", que mantiene, ha añadido, su espíritu opresor.

Para este viaje, la coalición soberanista ha invitado a todos los partidos para sondear la posibilidad de llegar a acuerdos sobre el derecho a decidir. Arraiz sabe que, de momento, nadie se ha interesado por la propuesta, incluso el PNV ha advertido de que no activará el debate del nuevo estatus político hasta el desarme y disolución de ETA.

Arraiz advierte de la posible apertura de procesos constituyentes

Consciente de la pérdida de esta determinante compañero de viaje, el dirigente abertzale ha admitido que "sin la excusa de ETA el apoyo al derecho a decidir sería mayoritario". Sin embargo, no ha aludido a compromiso alguno con el debate de los presos de la organización terrorista sobre su futuro. Eso sí, en el turno de incesantes preguntas sobre la violencia, Arraiz ha sido especialmente explícito al recordar que hace ya dos años su formación ya hizo "autocrítica" con el "silencio" mantenido durante mucho tiempo sobre las víctimas del terrorismo. A partir de ahí, pidió el mismo ejercicio de responsabilidad al resto de formaciones hacia todo tipo de violencia practicada en Euskadi.

Con Podemos, Arraiz ha sido especialmente cuidadoso. Sin recato ha admitido que la nueva formación "a día de hoy es un adversario electoral" pero "pasado mañana puede ser un aliado". Por ello, ha pedido que las posibles alianzas electorales se realicen en Euskadi "antes" de acudir a las urnas. Para EH Bildu, el partido de Pablo Iglesias -líder al que no conoce, pero que "se cuela todos los días en el salón de casa", ha dicho- está en condiciones de "propiciar" un "cambio en el escenario político" con la apertura de nuevos espacios.

Siempre con la idea de procurar con Podemos espacios de entendimiento -"interacciones"-, Arraiz ve en este partido "una fuerza política rupturista" que reivindica el "respeto al derecho a decidir de las naciones que viven dentro del Estado y todos los derechos sociales que corresponden a los ciudadanos". De momento, ha aplazado la toma de contactos oficiales con Podemos hasta que concluya su proceso interno, aunque ya lo han hecho de manera informal en algunos círculos.

Finalmente, Arraiz no ha aportado novedades en su discurso más allá de atribuir al derecho a decidir la condición de elemento determinante para conseguir un cambio en las políticas sociales y económicas. Sin adentrarse en medidas concretas más allá de conceder al "pueblo" la capacidad de decidirlas, el presidente de Sortu no ha dudado en criticar la política "oscurantista" de Kutxabank más allá de la última irregularidad reconocida por un pago al dirigente socialistas Mikel Cabieces. Así se ha referido a su oposición con un posible proceso de privatización del banco vasco y ha apostado por su conversión en el germen del sistema financiero público vasco con una clara vocación de ayuda a la economía de Euskadi.