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Cuando Picasso se subió al siglo XX

‘Movimientos y secuencias’ enfrenta obras del artista malagueño con otras de Braque, Blanchard, Peinado o Miró

'Botella y copa de frutas sobre tabla', obra de María Blanchard que se exhibe en Málaga.
'Botella y copa de frutas sobre tabla', obra de María Blanchard que se exhibe en Málaga.

En 1904, Picasso fijó su residencia en el famoso barrio de Bateau-Lavoir, en Montmartre. Allí gozó de la camaradería de un variopinto grupo de pintores y poetas que dieron color al rincón parisino donde se gestaron las vanguardias. Picasso se encontró cómodo en Montmartre, rodeado de artistas como Juan Gris, Braque, Matisse, Modigliani, Severini o poetas como Max Jacob o Apollinaire, quien se convirtió en una especie de mentor del artista malagueño y dio a conocer al Picasso que, tras transitar por sus periodos azul (1901-1904) y rosa (1905-1906), se adentraba en el cubismo.

París se había convertido por aquel entonces en una gran metrópoli a la que llegaron muchos artistas atraídos por la electricidad y los nuevos inventos que comenzaban a democratizarse, como los automóviles, las cámaras fotográficas o el cine, que daba sus primeros pasos. Novedades que influyeron en toda una generación de artistas y de las que Picasso no fue ajeno.

En Movimientos y secuencias, la primera exposición temporal del Museo Picasso Málaga (MPM) en 2015, se reúnen 30 dibujos y grabados procedentes de los fondos de la pinacoteca realizados por el artista malagueño entre 1906 y 1925, en los que se plasma cómo Picasso vivió el espíritu revolucionario que marcó el comienzo del pasado siglo.

'El beso' (1927), de Federico García Lorca.
'El beso' (1927), de Federico García Lorca.

La muestra se complementa con una selección ejemplar de obras de otros autores coetáneos y de obras fechadas en el período estudiado. La llegada del cubismo a España; la influencia de la percepción de nuevas técnicas propias del cine y la aviación que impregnaron de dinamismo la vida en las metrópolis a principios del siglo XX; las vinculaciones entre cultura ilustrada y cultura popular; o la diversificación de las nuevas miradas de los pintores modernos a la figura femenina son algunos de los asuntos que se ofrecen en la exposición, que se puede visitar hasta el próximo 17 de mayo.

Estas obras de la colección del MPM se confrontan con obras de María Blanchard, Georges Braque, André Derain, Juan Gris o Joan Miró, además de los andaluces Federico García Lorca, Ismael Gómez de la Serna, Joaquín Peinado y José Moreno Villa. También se exhiben obras del fotógrafo Paul Strand y del pintor y cineasta Hans Richter, pioneros en disciplinas como el cine y la fotografía.

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