Dejados de la mano de dios
100.000 dependientes fallecieron antes de que llegaran las ayudas a las que tenían derecho
¿Quién no tiene un abuelo, una madre, un hermano, algún pariente postrado en una silla de ruedas o en la cama, incapaz de cuidarse por sí mismo? Están ahí, a la vista de todos. Necesitados de ayuda. Son los discapacitados y las ayudas les llegan cada vez más tarde y son más escasas.
Es la política que sigue el PP. Una política sin alma, como demuestran las cifras: hoy se atienden a 9.274 personas menos que en el último año del Gobierno Zapatero (Imserso) y se destinan 321 millones menos (se ha pasado de 1.498 millones en 2011 a 1.177 previstos para 2015).
Este mes de enero se cumplen ocho años de la aprobación de la Ley de la Dependencia, promovida por un Gobierno socialista en 2006. Fue una gran esperanza. Zapatero puso en marcha una ley que, a pesar de sus fallos y financiación mejorable, alivió la situación de centenares de miles de españoles. Una ley que, desde el primer día, se aplicó de manera distinta según el color del Gobierno autonómico. Las comunidades gobernadas por el PP fueron más reacias a su cumplimiento.
Además, el PP modificó la ley para restringir el acceso al programa. Se rebajaron los grados y, por tanto, las prestaciones. Se dejaron de anotar en las listas de espera a miles de dependientes. El presidente de la Plataforma en Defensa de la Dependencia, José Luis Gómez-Ocaña, calcula que unas 100.000 personas fallecieron antes de recibir la ayuda a la que tenían derecho.
¿Cómo ha funcionado la ley en Andalucía con un Gobierno de izquierdas? La consejera de Igualdad, María José Sánchez Rubio, ofrece un dato revelador: hoy se atiende a 163.125 dependientes, lo que representa el 22% de todos los registrados en España, a pesar de que su población es solo del 18%.
La Junta ha destinado 8.000 millones de euros en los ocho años de vida de la ley. Este año se invertirán 1.137 millones, solo 40 menos de lo que ha previsto el Gobierno central para toda España. Tres millones de euros al día, recuerda la presidenta Susana Díaz.
A pesar de que la factura debía ser pagada al 50% entre el Gobierno central y las Comunidades Autónomas, nunca ha sido así. Cada vez el peso es mayor para las autonomías. En estos momentos, la Junta aporta el 72% de la factura y el Estado el 22%.
Razones económicas aparte, hay un innegable componente ideológico en este semiabandono en el que Rajoy tiene a los dependientes. Al PP nunca le gustó la ley que venía a implantar el cuarto pilar del Estado de bienestar, (“cuarta pata”, en acertada definición del profesor Viçens Navarro allá por el año 2000). Y bien que lo están demostrando, para desesperación de miles de ciudadanos necesitados de ayuda, con la consecuencia irreparable de que muchos fallecen antes de ser auxiliados. Mueren dejados de la mano de dios.
@JRomanOrozco
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