Salt sanciona con más de 2.400 euros a ocho dueños de perros sin licencia

El Ayuntamiento de Salt (Gironès) ha multado con 2.404 euros a ocho vecinos propietarios de perros peligrosos, que los tenían sin licencia. En total el Consistorio ha sancionado este año por infracciones diversas a los dueños de doce animales, y ha advertido a otros cuarenta y dos por no tener a sus mascotas en condiciones.

La Policía local, que se ha implicado a fondo en el control de los animales en la vía pública, ha puesto 54 denuncias que se han tramitado de forma diferente, según la valoración de la infracción cometida. Ocho de las sanciones impuestas han sido por incumplir las leyes que hacen referencia a la tenencia y conducción de perros potencialmente peligrosos. De estas, siete han sido por tener al animal sin regularizar. Esto significa que los propietarios no disponían de la licencia administrativa pertinente para la tenencia de estos animales.

La ley 50/1999 de Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos, considera esta infracción de muy grave, y las sanciones por este tipo de faltas pueden llegar hasta los 30.000 euros.

Durante el 2014 el Área de salud del Ayuntamiento ha tramitado doce licencias de perros peligrosos, más del doble de las emitidas el año pasado y tres veces más que las de 2012.

Por otra parte, otros cuatro propietarios han sido sancionados por llevar el perro desatado en la vía pública, lo que supone una infracción de la Ordenanza municipal de tenencia de animales.

A parte de estas sanciones, el Ayuntamiento ha hecho llegar cartas de advertencia a 42 propietarios para regularicen su situación y inscriban los animales en el censo municipal. Desde el Ayuntamiento han mantenido que la respuesta por parte de los ciudadanos ha sido muy positiva, dado que prácticamente el 100% de las personas denunciadas han acudido a las dependencias municipales a censar a su animal.

Por otra parte, se han iniciado 12 expedientes por molestias causadas por los animales en los domicilios y comunidades vecinales. El principal motivo es por la falta de higiene en los espacios, generalmente balcones, donde las mascotas pasan más tiempo. También los ladridos y ruidos que estos pueden emitir, sobre todo por las noches, ya que perturban el sueño de los vecinos.