El futuro político de los portavoces de IU queda en manos de sus grupos

La Ejecutiva de Izquierda Unida Madrid ha dejado en manos de sus diputados en la Cámara regional y en la de sus concejales en el Ayuntamiento de Madrid la decisión de mantener en sus cargos a quienes les ponen voz —sus portavoces—, Gregorio Gordo y Ángel Pérez, respectivamente.

A ambos les persigue la sombra de las tarjetas opacas de Caja Madrid —fueron coordinadores regionales en los años investigados por el escándalo— y son muchos en el partido los que claman porque se depuren responsabilidades. IU expulsó hace años a los tres representantes que tuvo en la entidad financiera. El principal fue José Antonio Moral Santín, que fue vicepresidente de la caja y gastó con la visa opaca 456.522 euros.

Izquierda Unida pidió un informe sobre el caso a su comisión de transparencia y el domingo la presidencia de su ejecutiva federal lo estudió. Y mientras unos en IU —los partidarios de alianzas con otras fuerzas, como Podemos— aprecian que esta pidió la cabeza de Pérez y Gordo, otros concluyen lo contrario. Libertad Martínez, responsable de relaciones federales de IU Madrid, considera que se ha hecho “una interpretación torticera” de lo dicho por la presidencia. “Es deleznable esta interpretación y solo producto de la necesidad que tienen estas personas de dañar nuestra organización”, señala Martínez, miembro de Somos IU, la corriente que no quiere integrar el partido en coaliciones.

Hace un mes la Ejecutiva nacional pidió a los políticos que dimitiesen

La presidencia federal de la coalición manifestó el domingo en su escrito que hay “actuaciones políticas no acordes con el código ético ni con la práctica política de IU”. Y, seguidamente, afirmó que “corresponde a la organización de IU de la Comunidad de Madrid actuar y adoptar, de manera urgente, las medidas necesarias” para que la acción política e institucional del partido esté dentro de su marco ético.

Estas “medidas”, según se mire, podrían incluir o no el cese de Gordo y Pérez, porque las palabras de la presidencia son crípticas y delegan la decisión final en el poder autonómico: “IU Madrid debe recoger y reconocer la puesta a disposición de la portavocía...” de Gordo y Pérez.

Martínez insiste en que desde hace dos años IU Madrid sabe que ninguno de los dos portavoces va a volverse a presentar. Y así se lo hicieron saber Pérez y Gordo a Cayo Lara, coordinador general, en una carta. Además, Pérez no es miembro de los órganos del partido “desde hace años”. “No admitiremos responsabilidad política alguna de estos compañeros con el caso de las tarjetas”, zanja Martínez.

La corriente ganadora en las primarias pide una nueva dirección

La bronca entre Madrid y la dirección federal no es nueva. Quedó en evidencia en las elecciones primarias para elegir a sus candidatos, cuando esta última apoyó a la pareja vencedora: Tania Sánchez y Mauricio Valiente. Ello provocó la dimisión de Eddy Sánchez, entonces coordinador regional, el 1 de diciembre, partidario de otro dúo candidato.

Pero ya 20 días antes de las primarias, el conflicto de depuración de responsabilidades de las tarjetas tensó al máximo las relaciones entre ambos órganos. La presidencia federal dio tres días a Madrid para que sus portavoces dimitiesen, pero estos ignoraron el mandato y su comisión ejecutiva reaccionó tildando de “inaceptables las propuestas de actuación” de la presidencia federal.

En plena guerra interna, ayer Tania Sánchez y Mauricio Valiente, como cabezas visibles del movimiento Recuperar la ilusión, pidieron paso en un comunicado: “La dimisión del coordinador regional pone fin al recorrido de la Ejecutiva (...) [...]y esta no tiene más tarea que cesar, dejando al órgano político que es la presidencia la tarea de nombrar una nueva dirección”.

Hoy se va a constituir una comisión —de entre 7 y 10 miembros— que sustituya al coordinador dimitido, Eddy Sánchez, hasta las elecciones de mayo.