Las verdades de la gente

En el año 2006 la revista Time eligió como Hombre del Año a… usted, a todos tomados de uno en uno. Del hombre-masa orteguiano, del individuo poco individual indistinguible de la multitud, hemos pasado a individuos que son protagonistas en cada uno de sus perfiles de redes sociales. Las personas, la gente, lo popular contra la élite, también está imbricado en los nuevos vientos políticos que soplan. El ciudadano de a pie parece ahora llamado a ocupar un papel central.

Algo similar ocurre en la nueva iniciativa del Teatro Español. Ideado por el dramaturgo Ignacio García May, y con el firme apoyo del director del teatro Juan Carlos Pérez de la Fuente, Voces de Madrid es un ciclo de conversaciones que tendrá lugar durante todos los días entre el 15 y 21 de este mes en la sala pequeña del Teatro y de manera gratuita.

La gente sencilla trabaja, no roba y no tiene que ir a los tribunales

Durante esos días no saldrán a escena los actores sino la gente normal a contar sus historias normales en las que se esconde lo extraordinario. “Un nuevo tiempo asoma”, dice el director, “la sociedad pide que, frente a tanto artificio, tanta máscara y tan poca autenticidad, se abran la puertas a la verdad desde cada oficio. Y la verdad está en la gente sencilla, que trabaja, que no roba y que no tiene que ir a los tribunales”.

Historias como las de Purificación, Saturnina, Ciriaca y Eutimia, cuatro mujeres centenarias que nos contarán de primera mano la historia que no está registrada en los libros. Eloísa, una física que investiga en temas de magnetismo. Eduardo, un enterrador del cementerio de La Almudena. Juan Carlos, alias Nene, un ex futbolista reconvertido en actor y que compartirá charla con el exmadridista Francisco Pavón. Majid, un inmigrante iraní que huyó de su país tras la llegada del ayatolá Jomeini. Raúl, un enfermero del hospital Gregorio Marañón que trabajó en el atentado del 11M. Y Luis María Anson, un periodista de sobras conocido. “Aunque aquí, más que invitar a Anson, hemos invitado a Luis María. Por ser conocido, no tiene porque ser menos interesante”, justifica García May, que ejercerá de maestro de ceremonias. También tendrán su protagonismo los famosos jevis de Gran Vía, pero en formato video. “Son guardianes de esa calle”, cuenta el dramaturgo, “nos dijeron: ‘o nos traéis al público o no vamos a ninguna parte”.

“Hace 25 siglos, en la antigua Atenas, los teatros no eran solo espacios para la representación”, continua, “sino lugares en los que se reunía la gente para hablar de lo que les importaba. Queremos recuperar esa esencia”. Para hacerlo todo más madrileño, las charlas se ubican en un set en el que es protagonista el rostro de la Cibeles recortado contra el célebre cielo de Madrid plagado de esponjosas nubes y unos asientos similares a los bloques de granito que hay en la Plaza de Santa Ana, pero de atrezo.

Se invitará a chocolate caliente y acompañará el piano de Isabel Arévalo en unas charlas informales y sin preguntas del público, no por imitar a algunos políticos, sino para no intimidar a personas que no están acostumbradas a enfrentarse al respetable. “Es curioso”, dice García May, “ninguno de los invitados pensaba que tuviese nada interesante que contar, creían que tenían vidas muy normales. Pero luego, hablando con ellos, surgieron historias que nos dejaron ojipláticos. Y es que la sociedad no se hace con palabras altisonantes sino con gente que cada mañana sale de su casa y hace lo que tiene que hacer”.

Aunque Juan Carlos Pérez de la Fuente tomó posesión de su cargo en verano, este ciclo viene a ser la primera aportación del nuevo director a la programación, pues el anterior, Natalio Grueso, dejó el teatro programado, exceptuando algunos huecos, hasta primavera. Así que Pérez de la Fuente está tratando de aprovechar otros resquicios al margen de lo puramente teatral.

Además de este ciclo se esperan tertulias, una exposición de trajes creados por el empresario y escenógrafo recientemente fallecido Andrea D'Odorico y un evento el día 22, en plena calle, delante del teatro, con la participación de Alaska, las Voces de la Escolanía del Real Monasterio del Escorial y acrobacias verticales, como presentación de la programación infantil navideña de los teatros municipales.