Cuatro ‘ñetas’ niegan haber intentado matar a dos jóvenes en L’Hospitalet
El fiscal pide 33 años de cárcel por la agresión planificada a miembros de una banda rival
Los cuatro miembros de los Ñetas acusados de un doble intento de asesinato en L’Hospitalet de Llobregat negaron ayer haber participado en la brutal agresión que casi cuesta la vida a dos jóvenes. La Fiscalía pide 33 años de cárcel para los cuatro acusados; entre ellos, Rafael Hishashi, acusado de organizar el ataque y de liderar un capítulo de esa banda latina en Esplugues. En la primera sesión del juicio, Hishashi admitió que había pertenecido a los Ñetas, pero mantuvo que en la época en la que ocurrió el suceso (marzo de 2012) ya se había desvinculado de la banda.
A la misma tesis se abonó otro de los acusados, Iván Patricio H., mientras que Freddy Roland M. negó, por su parte, haber mantenido cualquier relación con los Ñetas y, por tanto, estar implicado en los hechos. El único que desentonó con las versiones exculpatorias fue Jonathan R.: el joven, de nacionalidad española, admitió que dio “una bofetada” a una de las víctimas porque amagó con agredirle. Pero subrayó que no había participado en la caída —que es como se denominan, en la jerga de las bandas, los ataques a grupos rivales— y afirma que solo acudió a la reunión convocada por Hishashi por “curiosidad”.
La Fiscalía considera que, el 28 de marzo de 2012, Hishashi convocó a varios miembros de los Ñetas en su lugar habitual de reunión, el parque dels Ànecs de Esplugues. Buscaba venganza porque uno de los miembros de su banda había sido agredido recientemente por un grupo rival. El acusado ordenó al resto atacar a los rivales que encontraran. Y los hallaron.
Junto a menores de edad que acudieron armados con todo tipo de artilugios —bates de béisbol, botellas de cristal, piedras y palos— los acusados localizaron a dos presuntos miembros de la banda de los Blood en un parque de L’Hospitalet. La agresión fue brutal. Tapados con pañuelos, los ñetas golpearon en los hombros, las costillas y el estómago a sus víctimas, que sufrieron lesiones de gravedad. Los blood lograron saltar una valla de dos metros de altura y huir pero, de no haber sido atendidos en el hospital, indica el fiscal, habrían fallecido. “Decidieron acabar con sus vidas aprovechándose de su superioridad numérica y de que no podrían ser reconocidos”, según el escrito de acusación.
El fiscal pide 33 años de prisión para los cuatro acusados por dos intentos de asesinato, pertenencia a grupo criminal y robo con violencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.