Una ventana abierta a la marihuana

San Sebastián estrena el próximo viernes, 5 de diciembre, la primera ordenanza municipal de España que regula los clubes de cannabis. “Un pequeño paso”, define el concejal de Servicios Sociales, Jon Albizu, cuyo empeño personal, entre otras cosas, ha permitido la aprobación de la legislación. Respaldada por todos los grupos con representación en el Ayuntamiento —Bildu, PSE, PP y PNV—, supondrá un reconocimiento administrativo de los clubes, así como el cumplimiento de una serie de obligaciones por parte de éstos. “Somos muy conscientes de que el marco legal al alcance del Ayuntamiento es muy limitado”, detalla Albizu, quién recabó la opinión de diversos clubes de cannabis o asociaciones para la elaboración de la ordenanza, a la cual finalmente dieron forma —fue aprobada la pasada primavera— los servicios jurídicos y técnicos del Consistorio.

“Teníamos dos opciones. Obviar la existencia de estos clubes, o intentar regularlos para garantizar la reducción de riesgos por el consumo”, aclara Albizu, quién no duda en criticar la actual y restrictiva legislación sobre el consumo de cannabis. De hecho, el concejal espera que el “paso” dado por San Sebastián suponga una presión adicional hacia otras administraciones. “Primero los ayuntamientos comenzaron a registrar a parejas de hecho, luego se aprobaron leyes y registros autonómicos y finalmente Zapatero aprobó el matrimonio homosexual”, recuerda el edil con la esperanza de que un movimiento de estas características pueda terminar cambiando la legislación. Las asociaciones de cannabis trasladaron al Ayuntamiento dos requisitos fundamentales.

El primero de ellos era alcanzar un “reconocimiento institucional más allá de lo declarativo, algún tipo de acto administrativo que lleve asociado un reconocimiento legal. Y, en segundo lugar, un registro”. La ordenanza prevé la concesión de una licencia específica para los clubes de cannabis, que tienen de plazo desde la entrada en vigor de la norma, el próximo viernes, hasta dentro de seis meses para solicitarla. A cambio, se regula el horario de apertura de estas asociaciones —de 08.00 a 22.00—, se prohíbe la entrada de menores, los locales deberán estar situados a un mínimo de 300 metros de colegios y centros de salud y guardar una distancia entre ellos de 500. La ordenanza prevé multas de hasta 1.500 euros para las infracciones graves como por ejemplo la entrada de menores o el tráfico.

Euskadi cuenta con

San Sebastián, según datos de la Federación de Asociaciones de Usuarios de Cannabis del País Vasco (Eusfac), cuenta con 23 clubes registrados, de los que 18 están operativos —Bilbao y Vitoria tienen unos 10 cada una—, con algo menos de un total de 10.000 usuarios. “Que haya un Ayuntamiento que se haya planteado una norma sobre esta cuestión ya es positivo de por sí”, apunta Iker Val, miembro de Eusfac, quien, aunque reconoce algunas limitaciones en la ordenanza, como la de que los clubes estén separados 500 metros los unos de los otros, señala objetivos más lejanos, como el Gobierno vasco y central, para un cambio total de la legislación. “Se debería abordar un cambio legislativo en materia de consumo de cannabis.

Los objetivos que se han planteado de reducir demanda, consumo, redes ilícitas, no se han conseguido, al contrario. Hay un grupo de organizaciones y usuarios que están planeando una política alternativa de drogas, y plantear esto no significa una legalización de facto y a lo loco, sino abordar cuestiones como el consumo individual, el colectivo, el acceso a cannabis medicinal de calidad...”, dice. Eusfac es una entidad que forma parte de Regulación Responsable, una plataforma que agrupa a diversas asociaciones españolas para cambiar las leyes sobre el cannabis.