El fiscal pide 12 años para la cúpula de La Seda presidida por Español
El ministerio público les atribuye cuatro delitos por presunta venta simulada de productos
El fiscal pide 12 años de cárcel y una indemnización total de 4,3 millones de euros para el expresidente de La Seda, Rafael Español, y otros miembros de la cúpula de esa compañía química por simular la producción, transporte y venta de productos de la empresa en beneficio propio.
En su escrito de calificación provisional, el fiscal Oscar Serrano Zaragoza atribuye a los siete acusados, entre ellos Español, un delito continuado de estafa por simulación de contrato, otro de apropiación indebida, un tercero de administración desleal, así como un cuarto de falsedad documental.
El fiscal concluye que Español y otros miembros de la cúpula de la compañía química como el exdirector general corporativo de La Seda Aurelio González-Isla, el exdirector financiero Carlos José Sanz y el exdirector de operaciones Sinforiano Sisniega aparentaron la producción de 58.450 toneladas de PET, el plástico con el que se fabrican los envases de refresco, y simularon contratos con compañías controladas por ellos.
La estafa consistía, según el ministerio público, en que los acusados revendían la falsa materia prima a varias sociedades que controlaban para finalmente revenderlas a La Seda a un precio superior, con lo que le provocaron a la compañía un perjuicio económico calculado en 4,3 millones de euros.
En otra causa paralela, Español afronta una petición fiscal de 27 años y medio de cárcel por desvalijar 12,2 millones de euros de La Seda, una empresa química catalana que está en fase de liquidación. Según el escrito de la fiscalía, la estafa se remonta al período comprendido entre 2006 y 2008, cuando Español y sus colaboradores aparentaron esta producción de PET y simularon contratos con las sociedades Polímeros Pet y Netco, que dirigían ellos mismos, para la venta y recompra posterior a un precio más elevado por parte de La Seda de este producto.
Los acusados simularon incluso, según el fiscal, el transporte de estas 58.450 toneladas de producto desde la sede de la compañía en El Prat de Llobregat (Barcelona) hasta los almacenes de Polímeros Pet en Zaragoza y Sant Boi de Llobregat, y hasta los de Netco, en Suiza.
Tras recomprar de forma ficticia la materia prima, los acusados volvieron a crear contratos falsos para venderla a otras compañías, también controladas por ellos, como VK Import, en Rusia, y Emme, en Túnez. También en esta segunda venta falsa simularon el transporte de la mercancía, en este caso a Rusia y Túnez, y luego, con el fin de cuadrar las cuentas, simularon un impago por parte de estas últimas compañías.
Según el fiscal, con esta práctica los acusados se aprovecharon del control que ejercían en La Seda y en las otras compañías implicadas para desviar de forma fraudulenta importantes sumas de dinero de La Seda a Netco y a Polímeros Pet, con lo que provocaron un perjuicio patrimonial a la química barcelonesa.
Más allá de los miembros de la cúpula de La Seda mencionados, el fiscal también acusa a Santiago Marsella, que tenía un 25% de Netco, a Joaquín Francisco García, vinculado a las sociedades utilizadas para la estafa, así como a José Trejo, auditor de la firma Horwath Auditores España, que verificó las cuentas.
La histórica compañía La Seda de Barcelona presentó en junio de 2013 concurso de acreedores y actualmente está en la fase final de su liquidación, dado que la multinacional estadounidense Plastipak se adjudicó a principios de este mes la división de envases de La Seda por 327,9 millones de euros.
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