El exgerente del PP afirma que Baltar le pagó 24.000 euros en negro

 En 2010, apenas unos meses después de consumada la sucesión dinástica en el PP ourensano, el patriarca José Luis Baltar abrió la caja fuerte de la sede del partido, sacó 24.000 euros en metálico y se los entregó al entonces gerente provincial, Emilio Pascual, según precisa este en la declaración ante la juez Pilar de Lara, instructora del caso Pokémon. Tras 27 años trabajando para el partido en la provincia contratado por Génova, Pascual abandonó su empleo con esa compensación, saldada, según su testimonio, en dinero negro, un año antes de la fecha oficial de su jubilación.

 “Yo me marcho del partido llevando 24.000 euros, que es lo que me da Baltar, y también lo digo, en dinero b… Me pagó en dinero b”, detalla el exgerente en su declaración judicial, a la que ha tenido acceso este diario. El extodopoderoso presidente le hizo firmar, relata Pascual, un recibo que ahora ha aportado a la investigación junto con otros documentos relativos a la supuesta financiación ilegal del PP en la provincia. “Un elaborado sistema de facturación falsa y ficticia”, sospecha la instructora, para el que Baltar habría utilizado, entre otras empresas, a Telemiño —del grupo La Región— y Planos-Gallega de Publicidad y Diseño SA. La financiación ilegal salpicaría a su hijo-sucesor, José Manuel Baltar Blanco y al vicepresidente del Parlamento, Miguel Santalices, a cuyos nombres aparecen pagos “ficticios” en los documentos aportados por el exgerente.

El hijo-sucesor del exbarón se desmarcó el mismo jueves, al trascender el auto de la juez, de cualquier ilegalidad precisando que él solo se hacía responsable de “la gestión del PP de Ourense desde el 30 de enero de 2010”, esto es, cuando relevó a su progenitor, aunque desde 2000 era miembro de la dirección del PP de Ourense además de coordinador del comité de campaña durante las elecciones de 2007 y 2008. Ayer anunció que emprenderá acciones legales “con toda contundencia” contra Pascual mientras su padre tildaba de “vendetta” las acusaciones de su antiguo colaborador.

Telemiño también difundió un comunicado rechazando “vinculación alguna con financiación de partidos” y anunciado que ha aportado a la juez la documentación requerida para que se “aclare” su papel en “este turbio asunto”, mientras AGE y BNG reclamaron la comparecencia parlamentaria del director de CRTVG, Alfonso Sánchez Izquierdo, consejero de la televisión ourensana durante parte de los años investigados. Izquierdo anunció su disposición a dar explicaciones,

En declaraciones a este diario, Emilio Pascual reconoce que reveló la “verdad” para defenderse de las acusaciones que el exbarón lanzó contra él en su comparecencia ante De Lara, el pasado verano. Pascual sostiene que Manuel Baltar estaba al tanto de la “financiación ilegal” del partido y puntualiza contrariamente a lo que este sostiene: “No me echó él, me fui voluntariamente un año antes porque, tras ver las numerosas irregularidades del congreso en el que salió elegido presidente, no quise trabajar ya con él. Además, no podría echarme porque me contrató la dirección nacional”.

Cuando en su comparecencia en el juzgado le preguntan quién tenía conocimiento de la existencia de la caja B, el exgerente responde que en la cúpula “todos lo sabían”. Junto a ello, detalla que el expresidente entregaba dinero “al noventa y tantos por ciento de los alcaldes” y a los “presidentes de las juntas locales”, especialmente a comienzos de los años noventa, y señala al actual alcalde de O Carballiño, Argimiro Marnotes —imputado en la Pokémon— junto a los exsenadores Isaac Vila (exalcalde de Xinzo de Limia) y Amador Vázquez (alcalde de Vilamarín) entre los cargos del PP que “entregaban dinero” a Baltar.

En el interrogatorio se le preguntó expresamente por el regidor de O Carballiño: “¿Uno de los que recogía dinero era Marnotes?”. Y Pascual contesta que cree que “era al revés”. "En una ocasión Marnotes me dijo que venía a darle dinero al presidente… Me lo comentó a mí e incluso creo que había más gente delante”, señala. Y precisa que ocurrió en las cercanías de unas elecciones municipales. Pascual también asegura que Baltar padre enchufó a personas afines en empresas concesionarias del Ayuntamiento de Ourense y de la Diputación.