Policías y bomberos, tan simpáticos como agigantados

Los cuerpos de los bomberos y de la policía local convivirán en el nuevo retén del barrio del Carmen de Valencia que se inaugurará en diciembre. Y también en la enorme fotografía que este viernes ha colgado el artista Luis Montolío justo al lado, en una pared medianera. Al menos en esta gigantografía está garantizado el buen rollo entre ambos cuerpos. Las expresiones de la pareja de policías locales, montada en un sidecar, y del bombero que desciende por la barra de emergencias son relajadas, simpáticas, amables. Las figuras, además, parecen sostenidas por la gran escalera de un camión de bomberos. El conjunto y la composición, incluido el guiño al barrio del gato callejero sobre el casco de un policía, remiten a una caja de juguete. La obra recae sobre la plaza de Tavernes de la Valldigna.

"Mi intención era hacer una cosa simpática, amable, dar una imagen alegre. Acercar a los policías y bomberos a la ciudadanía y destacar la labor social que también realizan", comenta el fotógrafo valenciano, de 41 años, mientras observa cómo unos operarios sobre un brazo articulado acaban de colocar su nueva gigantografía, novena que ha instalado en el centro de la ciudad. "La verdad es que también me hacía ilusión aumentar la galerías de personajes de mis fotografías en la calle, donde salen un abogado, un modisto, Olga Poliakov, Rosita Amores...", apunta.

La colaboración de la policía y los bomberos ha facilitado la realización de la iniciativa, sufragada con fondos privados, según explica el autor, y que también cuenta con el visto bueno de los propietarios del edificio donde se exhibe. No obstante, nunca llueve a gusto de todos, y el Sindicato Profesional de Policía Local y Bomberos (SPPLB) ha exigido "la retirada del cartel", cuya colocación atribuye al Ayuntamiento de Valencia, por considerarlo "denigrante y ofensivo para la imagen de la Policía Local".

La colocación de la gigantografía se inscribe en el festival de arte Intramurs, que concluye este fin de semana y que ha logrado animar la adormecida vida cultural de Ciutat Vella con un programa multidisciplinar, fresco y participativo cuyo objetivo es, precisamente, revitalizar la zona. La iniciativa de un grupo de artistas, gestores culturales, diseñadores, poetas y profesionales del arte, con más de 400 actividades, merece su continuidad.